No es un secreto que la tecnología ha permeado y modificado casi todas las aristas sociales, económicas y culturales en el mundo, en donde la salud es una de las que mayores avances ha presentado al respecto y que podría abrazar con especial utilidad el llamado metaverso.

En principio, es justo entender el rol que la era digital juega en los temas de salud, en donde pacientes/usuarios y empresas cada vez encuentran mayores opciones para atender estos asuntos.

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Con dispositivos cada vez más adaptados para dar seguimiento y, en algunos casos, soluciones a la salud, tenemos que el mercado healthtech, que no ha parado de crecer en los últimos años.

Hablamos de un mercado que ya supera 110 mil millones de dólares a nivel global, de acuerdo con datos de Grand View Research.

Lo que está detrás de estos números es un sin fin de aplicaciones, dispositivos, plataformas y empresas digitales que buscan satisfacer la demanda de personas cada vez más preocupadas por su salud que intentan dar solución a sus necesidades a golpe de un clic.

Con la llegada de nuevas tecnologías como la AR, IA y el metaverso, la salud digital está a punto de dar un saltó único; sin embargo, son muchos aspectos los que deben considerarse para capitalizar al máximo esta tendencia.

Metaverso y salud ¿un camino viable?

Desde Unocero hemos platicado con Alejandro Morán, Head Global de Salud en NTT Data, quien nos habla sobre la evolución de salud en México y como las nuevas tecnologías están revolucionando a este sector vital para cualquier sociedad:

Unocero: ¿Cómo definirías al paciente digital en México?

«En general, el estudio que lanzamos en NTT Data “La transformación del sector salud en Latinoamérica” ofrece la imagen de un paciente más conectado, con más protagonismo en su proceso de salud y prevención y con una mayor apropiación (ownership) de sus datos para ganar agilidad en la relación con el prestador de cuidados y eficiencia en situaciones de cambio del mismo.

El cuidado de la salud ha cambiado considerablemente: hoy día los pacientes se informan mucho más al momento de ser atendidos, investigan sobre padecimientos y diagnósticos, se comunican con profesionales de la salud por canales tecnológicos a distancia, agendan servicios, comparten experiencias y, en el caso de atención privada, comparan costos de servicios y consumo de medicamentos.

En general, los pacientes están adoptando herramientas digitales para procesos asistenciales de salud como una extensión de la atención presencial, empoderándolos para administrar sus diagnósticos y tratamientos en el cuidado de su salud manteniendo constantemente accesos ágiles a su información.

Dicho lo anterior, no debemos olvidar nunca el riesgo de exclusión o brecha digital en el acceso a la salud, derivado de situaciones en que las personas viven en zonas sin comunicaciones adecuadas o bien no tienen conocimientos, cultura o medios económicos para disponer de los dispositivos que les permiten ser un paciente digital.

La salud digital es un medio extraordinario para aumentar la accesibilidad a la salud, para contribuir a su universalización efectiva. Pero debemos tener cuidado de no convertirla en un mecanismo de generación adicional de desigualdades, especialmente en personas mayores y en riesgo de exclusión social»

Unocero: Citas a distancia son la norma, pero ¿qué hay de la inteligencia artificial aplicada al sector salud? ¿Cuáles son sus ventajas y retos?

«La vocación de la inteligencia artificial es, a medio plazo, convertirse en una herramienta indispensable al servicio de los profesionales de la salud y de los pacientes. Podemos destacar, de hecho, algunas aplicaciones que hoy en día ya son realidad en nuestros clientes: apoyo al diagnóstico médico a través de soluciones avanzadas de reconocimiento de imagen; monitoreo y predicción de eventos adversos en unidades de críticos; scoring de riesgo para el diagnóstico temprano de enfermedades crónicas; u optimización de ensayos clínicos para nuevos medicamentos, por citar algunos ejemplos.

Ahora bien, creo que uno de los principales desafíos en el uso de inteligencia artificial en el sector de la salud está en conseguir que el diseño de la integración de las soluciones de inteligencia artificial no sea intrusivo para el equipo médico y los pacientes. No debemos olvidar, tampoco, los desafíos asociados a la mitigación de los riesgos éticos y de seguridad propios del uso de la inteligencia artificial en general. Sería muy difícil, por ejemplo, sostener la toma de decisiones diagnósticas sobre la base de algoritmos que no fueran explicables (explainable AI).

De todos modos, consideremos que no puede haber inteligencia artificial si no hay datos en volumen suficiente y con la calidad adecuada. Por tanto, en el corto plazo, la gobernanza del dato y la interoperabilidad son habilitantes que, en general, distan de tener el desarrollo suficiente como para permitir un escalamiento de la adopción de la inteligencia artificial en salud».

Unocero: Todos hablan del metaverso, ¿Existe una aplicación práctica, viable y funcional para el sector salud en el mercado mexicano? ¿Por qué?

«Sin duda, las potenciales aplicaciones del metaverso en salud son enormemente atractivas, contribuyendo a crear medios completamente nuevos para la atención médica que influyan tanto en la mejora de la calidad asistencial como en una mayor eficiencia. La telemedicina probablemente se verá revolucionada por el metaverso y conceptos como el gemelo digital (digital twin) llegarán para incidir directamente en tratamientos y actividades preventivas.

De todos modos, creo que lo anterior es una visión de muy largo plazo. Todavía hay muchísimo por desarrollar en las soluciones tecnológicas para poder aplicarlas generalizadamente al sector salud con las necesarias garantías de seguridad del paciente y, sobre todo, hay urgencias mucho más perentorias que abordar con anterioridad: calidad y explotación de los datos, interoperabilidad, implementación de canales digitales tradicionales, ciberseguridad».

Unocero: En tú opinión, ¿cómo debería ajustarse el marco regulatorio en México para impulsar el necesario enfoque digital de la medicina en el país?

«Con carácter general, la transformación digital implica desafíos importantes en la adecuación normativa para proporcionar flexibilidad ante la innovación tecnológica. Es decir, es muy relevante buscar un equilibrio entre la necesaria estabilidad normativa y la constante apertura al cambio y la mejora continua. En el caso de la salud, además, debe venir siempre respaldado por evidencia sólida que demuestre en todo momento la seguridad del paciente.

En este contexto, es muy importante el respaldo normativo y su evolución constante en elementos esenciales para el enfoque digital de la salud, desde la prescripción electrónica o la regulación de las videoconsultas y su remuneración hasta los estándares de calidad para dispositivos digitales (pregunta siguiente) o el marco de aplicación de algoritmos de inteligencia artificial para el diagnóstico.

Con todo, en mi forma de verlo, probablemente una de las mayores prioridades (y dificultades), es la relativa a los datos y la información. Reforzar la propiedad del dato (en sentido amplio, incluyendo resultados de exámenes e imágenes) por parte del ciudadano y garantizar la seguridad y privacidad de esa información es esencial; pero no desde un enfoque maximalista, sino siendo consciente del potencial de esos datos para la investigación médica y del bien que la disponibilidad – en condiciones adecuadas de privacidad – de esos datos a la comunidad científica puede hacer en la mejora de diagnósticos y tratamientos».

Unocero: Los dispositivos enfocados en salud (smartwatches, pulseras inteligentes e incluso smartphones) ¿en realidad son una solución funcional a las necesidades del paciente mexicano? ¿Por qué?

«El monitoreo y control diario de bio marcadores como frecuencia cardiaca, principalmente, y otros derivados en dispositivos más complejos (presión arterial, ritmo respiratorio, variabilidad cardiaca, etc), así como los llamados digital bio markers (número de pasos, esfuerzos físicos, horas de sueño, etc.) constituyen una fuente de información muy valiosa para entender los determinantes previos a un episodio clínico, ya sea consulta, ingreso hospitalario, etc.

Conocer ese histórico, de fácil uso y relativamente bajo coste, puede resultar diferencial a la hora de realizar un diagnóstico rápido y certero. Ese histórico resulta aún más importante para pacientes crónicos o con múltiples comorbilidades, aunque en esos casos puede resultar necesario un dispositivo de mayor complejidad. Existen soluciones que definen planes de cuidado basados en la información recibida de esos dispositivos o plataformas de monitoreo remoto, permitiendo el control y actuación rápida para clústeres poblacionales con perfiles de salud específicos»