Para los no iniciados, Goat Simulator de 2014 es una experiencia de sandbox extraña y maravillosa en la que interpretas las aventuras de una cabra traviesa.

Tan extraño como loco, el juego brinda a los usuario a oportunidad de causar estragos en un pequeño pueblo repleto de misiones secundarias tontas, física de muñeco de trapo que induce a la hilaridad,y un ciclo de juego relajado de «haz tus propias reglas»

El original no solo se convirtió en un éxito, sino que esta secuela directa es una prueba de que todavía hay algo de vida en toda vieja cabra.

Por cierto, no se preocupen aquellos que se preguntan, si hubo un Goat Simulator 2, la realidad es que Coffee Stain North simplemente lo denominó 3 al segundo juego de la franquicia ¿porque? pues porque sí

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Foto: Goat Simulator

Un loco mundo abierto en Goat Simulator 3

Como era de esperar, Goat Simulator 3 ofrece mucho más que hacer en su mundo abierto que su antecesor.

No solo cuenta con un mundo más grande para explorar, aproximadamente tres o cuatro veces más grande que el juego de 2014, sino que también presenta una serie de actividades nuevas y más atractivas para participar.

Al igual que su predecesor, Goat Simulator 3 es un caótico mundo abierto repleto de actividades locas para hacer.

En un minuto, estarás tratando de comer pastelitos mientras los transeúntes te disparan con rayos láser desde sus ojos.

Al minuto siguiente, estarás ensamblando muebles tipo Ikea para abrir un portal a otra dimensión.

Mientras tanto, unos momentos después, estarás tratando de recordar cómo tocar el tema musical de Star Wars en un trío de campanas de iglesia.

En última instancia, sin embargo, gracias a una estructura narrativa muy flexible,por decirlo de alguna forma, es el verdadero incentivo para mantenerse involucrado en su caos de momento a momento.

Eso se debe principalmente a la propia motivación del jugador de querer ver todo lo que el juego tiene que ofrecer.

Los eventos ahora son una parte mucho más importante de Goat Simulator 3, y son esencialmente las misiones que emprendes en el juego.

Algunos son más complicados que otros, y cada uno te regala Puntos Illuminati para que subas de nivel tu propio Castillo de Cabra.

A medida que progreses y subas de rango en tu humilde morada, desbloquearás nuevas habitaciones y decoraciones para adornar tus excavaciones con el objetivo final de abrir una gran puerta misteriosa dentro de tu fortaleza con temática de cabras.

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Foto:Goat Simulator

Un multijugador clásico

En otros lugares, también hay siete minijuegos multijugador para que participes con hasta cuatro amigos.

Estas son en gran parte experiencias PvP y van desde The Floor is Lava hasta Prop Golf y Hoofball, el último de los cuales es la propia versión del fútbol de Goat Simulator 3.

Desafortunadamente, no tuve la oportunidad de profundizar realmente en la oferta multijugador del título debido a la ausencia de un emparejamiento tradicional.

Pasemos ahora a uno de los aspectos más duros de mi experiencia: el rendimiento. Si bien Goat Simulator 3 se ejecuta principalmente a 60 fps, es desafortunado informar que ocasionalmente puede perder cuadros cuando la acción está ocupada en la pantalla, lo cual es un poco alucinante para un juego nueva generación tan rudimentario como Goat Simulator 3.

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Foto: Goat Simulator

Diversión sin complicación en Goat Simulator 3

Sin embargo, en general, Goat Simulator 3 es lo que esperarías de una secuela moderna. Es más grande, más rico en contenido y es en gran medida una mejora con respecto a su predecesor desde una perspectiva visual.

Pero profundizando aún más, es un recordatorio de tiempos más simples, cuando la cuestion era solo correr y hacer tu propia diversión.

Goat Simulator 3 es simplemente diversión y eso se agradece mucho porque sirve para recordarnos que jugar un videojuego también es pasarla tranquilo y dando cabezazos cual vieja cabra.

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