Aunque la llegada oficial de Windows 11 está programada para finales de este año, la compañía ha generado mucha confusión entre los usuarios con los requisitos necesarios para su instalación, al grado que millones de personas con una PC funcional y en buen estado se han quedado fuera de la lista de computadoras que podrán actualizar a Windows 11. 

Para remediar la situación la compañía anunció que permitirá la instalación de Windows 11 en las PC que no cumplan los requisitos sugeridos. Solo será necesario una CPU de 64-bit a 1 GHz con dos o más núcleos, 4 GB de RAM y 64 GB de almacenamiento e instalar manualmente la ISO de Windows 11. 

Sin embargo, la compañía no reveló todos los detalles de esta “buena noticia”, ya que acaba de agregar que estos usuarios no recibirán actualizaciones de sistema operativo y seguridad. 

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La extraña jugada de Microsoft

No está claro porque la compañía no reveló este detalle hace varios días y hasta el momento tampoco ha compartido los argumentos detrás de esta decisión.

Quizá la razón está en los posibles problemas que podría generar la nueva versión de sistema operativo en hardware que la compañía no recomienda utilizar, por lo que quiere convencer a la gente de cambiar de PC o hardware poniendo diferentes trabas, pero sin acorralar a los usuarios. 

Tampoco sabemos si los usuarios podrán instalar manualmente las demás ISO de Windows 11 que se lancen en el futuro, o si los parches críticos de seguridad sí llegarán a estos usuarios. Esto bajo el entendido de que Microsoft ha lanzado parches críticos para versiones de Windows sin soporte oficial pero que siguen siendo utilizadas por millones de personas.

De cualquier manera, los usuarios que no quieran cambiar de PC o actualizar sus componentes de hardware para poder instalar Windows 11 de la manera rápida y sencilla podrán disfrutar de soporte para Windows 10 hasta 2025.