Donald Knuth inventó un sistema de tipografía al cual denominó TeX. Empezó a escribirlo en 1978 y pensó que podría terminarlo al fin de su año sabático, pero se equivocó por unos 8 años. Las últimas modificaciones son de 1985 y hoy por hoy es el mejor sistema de tipografía que puede existir para textos científicos. La razón de ello es que permite generar, a través de un lenguaje de descripción de fórmulas, cualquier tipo de ecuaciones que puedan aparecer en los documentos matemáticos o de carácter científico.

En sus primeros años TeX era un sistema relativamente complejo de usar, pues no había herramientas para escribir fácilmente, por lo que se utilizaban editores de textos ASCII, con pocas facilidades, los cuales generaban archivos «DVI», los cuales se podían mandar a impresoras laser, para dar la mejor salida posible. Sin embargo, las impresoras de impresión laser resultaban escasas y costosas. Por ello, probablemente, el sistema no era demasiado popular.

Hubo otros programadores que escribieron sistemas similares, como por ejemplo, Chi-Writer, el cual era, a diferencia de TeX, un programa comercial y uno de los primeros editores WYSIWYG (what you see is what you get), lo que significaba que como se veía en pantalla, así se vería al mandarlo a la impresora. Era una alternativa relativamente económica para aquellos que no querían aprender a usar TeX. Fue escrito por Cay Horstmann en 1986 pero su autor lo descontinuó en 1996. Aunque daba ciertas facilidades no podía competir contra las capacidades de TeX.

MsOffice, en Word, tiene un esquema que busca llenar el hueco dejado por editores del pasado (que tenían, como Chi Writer, su propia interfaz gráfica), e incorporó en su programa un editor de ecuaciones. Sí, es funcional, pero es muy latoso de usar. En términos generales el escribir muchas ecuaciones con este sistema para un documento científico puede ser una verdadera pesadilla. El intento bien puede funcionar cuando en un documento no hay demasiadas ecuaciones, pero nada más. Word saca la ventaja de los tipos de letras TrueType, que permiten literalmente pintar cualquier símbolo.

Pues bien, TeX -aunque ciertamente difícil de usar en los años 1980s- seguía siendo el mejor sistema de tipografía y en el 2016 ya hay una serie de herramientas que hacen trivial el usar TeX en términos prácticos. Por ejemplo, la herramienta que he estado usando se llama TeXstudio, y es un entorno completo para crear documentos en LaTeX (su nombre viene de su creador, Leslie Lamport), e incorpora estilos de documento para libros, cartas, transparencias, entre otros. Añade características de referencias cruzadas y numeración automática de secciones y ecuaciones. El editor de TeXstudio es un editor de texto plano (ASCII), pero con características como enfatizar la sintaxis de los comandos de TeX, un sistema para ver el documento final en pantalla (en formato PDF), verificando además las referencias y con ayuda de varios asistentes electrónicos.

Otras herramientas útiles para el trabajar con documentos científicos basados en TeX son -como ya dijimos, LaTeX, pero hay otros: ConTeXt, creado en su mayor parte por Hans Hagen en Pragma, la cual es una herramienta de diseño de documentos profesional basada en TeX. Es más reciente que LaTeX y por ello quizás menos popular; AMS-TeX, producido por la Sociedad Matemática Americana, que está «acondicionado» al estilo editorial de las publicaciones matemáticas de dicha sociedad. El manual principal de AMS-TeX se titula The Joy of TeX; Texinfo, el sistema de preparación de documentación del proyecto GNU.

Todos estos esquemas están escritos en el lenguaje de programación TeX, e incluso, hay programas que extienden el lenguaje aún más, por ejemplo: pdfTeX, que permite crear archivos PDF y añade nuevas funciones tipográficas, como puntuación marginal, entre otras; Omega, el cual permite usar Unicode y la escritura en varios sentidos (de derecha a izquierda o de arriba abajo); NTS reimplementa TeX en Java y permite extenderlo con nuevas clases y finalmente, LuaTeX, que combina pdfTeX, Omega y el lenguaje de programación Lua. Como puede verse, a pesar que el TeX original ya se considera un programa terminado (por el propio Knuth), hay siempre nuevas actualizaciones.

Yo uso TeXstudio y la verdad, cada vez me siento más contento con lo que puede hacerse en este sistema. Francamente MsOffice, LibreOffice o cualquier otro sistema de escritura palidecen ante muchas de las posibilidades que ofrece TeX. vale la pena echarle un vistazo. TeXstudio está para prácticamente todas las plataformas.

Referencias:

TeXstudio