En un par de días, la Agencia Espacial Europea ordenará a la nave Rosetta que haga una corrección orbital que es suicida, pues enviará a la nave en una trayectoria de colisión con el cometa 67P, al cual ha estado orbitando por dos años ya. Con esta maniobra se terminará una de las misiones más exitosas de todos los tiempos en la investigación espacial, en la investigación de los orígenes del sistema solar.

Rosetta costó poco más de 750 millones de libras esterlinas (construcción y lanzamiento), y ha orbitado el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, una bola de hielo, polvo y de materiales orgánicos, desde el 2014.

Como en el caso de otros cometas, se piensa que los materiales con los que está hecho son parte de la creación del sistema solar hace unos 7 mil millones de años, por lo cual los astrónomos están muy interesados.

«Rosetta ha mandado una enorme cantidad de datos que apernas estamos empezando a analizar», dijo Mark McCaughrean, un científico senior y consejero de la Agencia Espacial Europea.

«Está transformando nuestro entendimiento de la forma en que el sistema solar se fue armando».

El presidente de la Sociedad Astronómica Real, John Zarnecki, quien jugó un papel clave en el diseño de la nave ya hace más de 25 años, dijo: «Per cápita, los europeos pagan mucho menos que los estadounidenses por hacer ciencia espacial. Con la misión Rosetta hemos planteado los estándares para la investigación de los cometas. En 20 años, los científicos seguirán haciendo doctorados usando datos enviados por Rosetta», indicó.

La sonda fue lanzada desde Kourou, en la Guyana francesa en marzo del 2004, usando una trayectoria que le dio tres viajes a la Tierra y uno a Marte en la ruta hacia el cometa 67P- La sonda llegó al cometa en agosto del 2014, revelando una forma de «patito de hule», cubierto de cráteres, montañas y picos.

Tres meses más tarde, Rosetta lanzó una pequeña nave llamada Philae, para que aterrizara en el cometa, el cual se halló, está hecho de hielo cubierto por una capa gruesa de polvo en donde químicos orgánicos pudieron ser detectados. Philae fue crucial en los datos del cometa, sobre todo en lo que se refiere a su estructura, la cual se mostró como altamente porosa.

«El cometa 67P es sorprendente ligero como resultado de estas cavidades», dijo la geóloga Natalie Starkey. «Sus medidas (del cometa), son como de 3 a 5 kms y si se tirase al mar, flotaría», detalló.

Philae dejó de transmitir el 15 de noviembre pero Rosetta continuó en órbita y estudió el cometa en la medida que se aproximaba al Sol, analizando los gases de polvo y vapor de agua que despedía. Se dice que al enfriarse, el agua llegó aquí gracias a un bombardeo de cometas.

Estudiando los datos del cometa. se concluyó que «el agua de la Tierra no proviene de cometas como el 67P, lo cual fue uno de los puntos claves que mostró Rosetta. Esto nos obliga a buscar de qué otras maneras pudo haber llegado el agua a la Tierra de manera que los océanos se formaran.

Por otra parte, Rosetta descubrió moléculas orgánicas, incluyendo el aminoácido glicina, hallado comúnmente en proteínas y fósforo, un componente clave del ADN y las membranas de las células, lo que nos lleva a la idea de que Rosetta fue diseñada para probar y analizar materiales que pudiesen dar un a serie de respuestas claves sobre la aparición de la vida en la Tierra.

Ahora el cometa está viajando al espacio profundo y aunque Rosetta sigue en órbita, sus paneles solares están perdiendo capacidad de recolectar energía, ya que están quedándose obsoletos, además de que la nave está cubierta de polvo.

Por ello, se decidió que la misión podía terminar de esta manera, es decir, colocando al cometa en posición de choque contra el propio cometa. decisión enteramente de los científicos del proyecto.

El principio del final de la nave Rosetta será el 29 de septiembre del 2016, cuando los controladores cambien el rumbo de Rosetta para que choque inminentemente contra el 67P.

Los científicos esperan poder hacerlo caer contra el cometa a una velocidad de un metro por segundo, por lo que aún en esta caída la sonda podría mandar una buena cantidad de fotos de alta resolución, así como muchos más datos de espectrografía.

«Si tenemos suerte, tendremos datos muy interesantes», estimaron los científicos de la misión.

Cuando Rosetta choque con la superficie, no será capaz de apuntar hacia la Tierra y entonces se apagará la nave.

«Será el fin de Rosetta, el cual será un momento muy emocionante. Ha sido una misión maravillosa y un gran trabajo de equipo», dijo McCaughrean.

Referencias: The Guardian