Este “tatuaje” está diseñado para detectar glucosa y su funcionamiento depende de un polímero que envuelve los nanotubos y que es sensible a las concentraciones de glucosa. Este desarrollo funciona a través de una especie de pulsera que ilumina con luz infrarroja a través de la piel hasta los nanotubos, los cuales brillan al estar en contacto con la glucosa. La vida de este sistema, dentro de la piel, está estimada en 6 meses.
Este sensor es el único de su especie pero no es el único sensor de monitoreo continuo que existe. Los ingenieros de MIT mostraron el sensor por primera vez en Noviembre de 2009, y ahora se encuentran trabajando en la “tinta” en la que se suspenderán los nanotubos al ser inyectados en la piel.
Fuente: CNET News