La automoción eléctrica y autónoma está en boga. No obstante, una escasez generalizada de componentes y chips ha supuesto un retraso en el proceso de maduración de esta industria. Es justo en este contexto en el que Samsung ha decidido lanzar una nueva generación de chips.
Se trata de tres nuevos semiconductores que buscan alimentar la próxima generación de autos eléctricos y autónomos, mismos que ofrecen bondades en terrenos tan importantes como la conectividad 5G, sistemas de integrales de infoentretenimiento y rendimiento energético.
La presentación de estos nuevos chips de Samsung llega en un momento en el que la producción automotriz se ha reducido un 21 por ciento ante la falta de componentes para la fabricación de vehículos.
La apuesta del fabricante es especialmente interesante si consideramos que la tendencia en el sector automotriz está orientada a fabricar vehículos que se conviertan en verdaderos centros de conexión y entretenimiento.
Los tres nuevos chips de Samsung
De esta manera, vale la pena reconocer las bondades entregadas por estos tres nuevos chips con los que Samsung busca marcar un hito en el terreno de la automoción:
Exynos T5123
Enfocado en ofrecer conectividad 5G, tanto SA como NSA, ofrece la capacidad de descargar contenidos a una velocidad de hasta 5.1 GB por segundo.
De esta manera, el semiconductor de Samsung facilitará el disfrute de servicios como videollamadas y reproducción de contenidos en streaming.
Este conductor que ya se produce en masa y que podría verse en funcionamiento dentro de poco, cuenta con una memoria LPDDR4x y un corazón Dual-Core con núcleos Crtex-A55.
Exynos V7
Procesador centrado en sistemas de infoentretenimiento que cuenta con una CPU Octa-Core con núcleos A76 así como GPU de 11 núcleos (Mali G76).
Se espera que Volkswagen sea la primera marca en adoptar este chip que, con una unidad de procesamiento neuronal (NPU) permite potenciar el funcionamiento de los asistentes de voz, reconocimiento facial y sistemas de gestos.
S2VPS01
La última propuesta de Samsung es un circuito integrado de gestión de energía (PMIC), el cual promete regular y rectificar el flujo de energía eléctrica para obtener un mayor rendimiento.
