Las bitácoras en Internet, los llamados blogs (de weB LOG), son sitios que permiten expresarnos continuamente. A diferencia de una página web, en donde los internautas buscan información de quiénes somos, a qué nos dedicamos, etcétera, los blogs son como diarios en donde las personas expresan sus ideas, lo que les va pasando, informando incluso sobre los proyectos en los que están involucrados. Son un medio de expresión que no debemos dejar pasar por alto.

Por ejemplo, muchas empresas tienen blogs en donde dan cuenta de los desarrollos en los que están trabajando. Microsoft – que tiene muchísimos departamentos de desarrollo- tiene en cada uno de sus sitios un blog en donde los responsables de los proyectos van mostrando los avances, o las dificultades que van encontrando. Sirve pues como un registro virtual, que nos permite leer lo que nos interesa.

Hay blogs de todos los temas posibles. En el ciberespacio muchísima gente escribe bien y habla de cuanto tema existe en el planeta.  Esto se ha hecho además fácil porque Blogger o WordPress nos permite crear un blog en pocos minutos y empezar a plasmar las ideas y además, son gratuitos. No hay que pagar dominios ni web hosting (hospedaje), aunque claro, si alguien quiere portar todo a una página fuera de Blogger o WordPress, lo puede hacer. No hay ningún tipo de limitaciones.

Los blogs son pues importantes porque -independientemente a lo que nos dediquemos- da cuenta de lo que somos y lo que hacemos y además, promueven la libertad de expresión. La mayoría de los sistemas de blog permiten agregar comentarios de los lectores. Debido a que hay muchos “bots” en la red de redes, muchas veces los comentarios a nuestros escritos son simplemente un anuncio de algún bien o servicio. En otras ocasiones hay lectores que podrían sentirse agraviados por un tema particular que el autor del blog trate, y entonces es probable que escriba en los comentarios algún insulto. La mejor recomendación en este caso es jamás ponerse al nivel del lector que insulta. No colabora en nada a lo que uno escribe y además, degrada la posición del autor del blog y del entorno. Por ello, para evitarse dificultades, lo mejor es moderar el blog, es decir, el autor del mismo tiene derecho a ver -antes de que sean publicados- los mensajes que recibe en la sección de comentarios. Si hay un mensaje de spam o soez, bien puede borrarlo.

Mucha gente piensa que esto es equivalente a la censura, pero en mi opinión no es así. Por ejemplo, en mi blog pasan prácticamente todos los comentariso, incluso si no me parece su contenido. Sin embargo, borro los insultos o las necedades. Un blog es una extensión de uno mismo, como lo es la casa donde vivimos, por ejemplo, por ello, tenemos el derecho de aceptar o no a alguien y dejarlo entrar a nuestra casa ¿verdad? ¿A eso le llamamos censura?

En un blog caben todas las ideas, y hay personas que escriben de temas que son para adultos o bien, de temas sexuales, por ejemplo, en donde alguien podría entrar por error (incluso menores de edad). Por ello, muchos blogs alertan sobre los contenidos de las bitácoras que alojan, Blogger y WordPress (los más conocidos, aunque hay muchos otros sitios que permiten hacer blogs), no censuran contenidos, pero sí advierten sobre contenidos restringidos a mayores de edad, por ejemplo.

Algunos blogs se usan para intercambiar programas, música e incluso libros electrónicos (en formatos djvu y pdf, generalmente). Yo he visto blogs de electrónica en donde se anuncian libros comerciales con sus respectivos enlaces a depósitos de software en donde se pueden descargar estos contenidos. Sin embargo, muchos de los documentos, música y programas que ahí se ven, no son gratuitos y están violando los derechos de autor de los creadores de esos contenidos. Si quienes dan el hosting a estos blogs son alertados sobre las violaciones a los derechos de autor, pueden -de golpe y porrazo- sacar del ciberespacio al blog ofensor. Blogger, por ejemplo, en este sentido jamás pregunta al creador del blog sobre los contenidos que tiene, pero si recibe aviso o se da cuenta de que promueve descargas de contenidos de forma ilegal, simplemente los bloquea. Esto, desde luego, no puede hacerlo si el autor portó todo su blog a un sitio fuera del hosting que da el que proveé el servicio de blogs.

Desafortunadamente, muchos blogs que empiezan mueren de inanición, por decirlo de alguna manera. Los autores empiezan con muchas ganas pero con las ocupaciones cotidianas de pronto terminan por escribir menos hasta que, de pronto, el blog no ha tenido un nuevo artículo en meses. Si quien quiere empezar un blog no está dispuesto a mantener el interés, lo que probablemente pase es que sus posibles y eventuales lectores terminen por no entrar más si no ven nuevos artículos pronto. Un blog es -en alguna medida- un niño al que hay que mantener y cuidar. Es una obligación pero no necesariamente por ello es molesto.

No se trata, sin embargo, de escribir diariamente. No. De lo que se trata es de expresarnos, de mostrar lo que pensamos, lo que somos, lo que nos hace vibrar y por qué no, los que nos molesta. A la larga y con el paso del tiempo estaremos creando un registro de nosotros mismos el cual, en algún momento, nos podrá regresar al pasado, a darnos cuenta como hemos evolucionado (¿o involucionado?) en los diferentes temas y situaciones que pensamos y vivimos.

Muchos se preguntarán cómo saber si alguien me lee. Hay herramientas que dan los sitios que hospedan blogs para ver la cantidad de visitas que se tienen, de qué países vienen e incluso, qué sistema operativo y navegador usan para conectarse. En la medida que escribamos hallaremos lectores. No tendremos millones de un día para otro, pero poco a poco puede ir creando un grupo de personas que sigan sus escritos y que además, comente sobre las ideas que usted plasma en su blog.

Yo apelo a los demás a que abran un blog. ¿De qué escribir? De lo que le guste a cada uno. ¿No le gusta nada? Bueno, empiece por hablarnos de su vida, de lo que hace, de lo que piensa, de lo que discurre sobre su entorno, etcétera. Vamos, que hay un gran margen de expresión y no tener un blog es, en alguna medida, desperdiciar esta oportunidad de que mucha gente, en muchas partes del mundo, conozcan sus ideas y por qué no, las compartan.