Una de las cosas más atractivas de Spore como ya se ha mencionado incontables veces es el hecho de la facilidad con la cual una persona puede entrar a jugar y de manera intuitiva prácticamente sacarle el mayor provecho y tener una experiencia altamente satisfactoria. Pero ¿Es cierto esto?

Pues porque no hacer un pequeño experimento para comprobarlo.  Básicamente lo que hice fue raptar a mi sobrino de 8 años de edad prometiéndole un día completo de videojuegos y a mi hermana un poco de descanso de su vástago. La cita fue un sábado, pasé por al medio día, lo llevé a las hamburguesas de la carita feliz por su comida chatarra favorita y lo traje para sentarlo un par de horas a disfrutar de Spore y ver su reacción.

Al comenzar mi intensión era que yo interviniera lo menos posible en la experiencia del chamaco con el juego, quizás sólo arrancar el juego y dejarlo experimentar por sí mismo todo este universo digital de el juego. Y así fue. Arranqué el juego, tardó un poco en hacer su propio mundo y criatura, al cual le llamó “patito”, y comenzó a hacer su criatura.

Tardo alrededor de 32 minutos, únicamente decidiendo de qué color quería su célula, “¿No lo puedo hacer morado?, me gusta el morado.” “¡No, mejor rojo!” , mientras le preguntaba si sentía que era fácil entenderle a todo, “¡Ay tio Monch! ¿Qué no puedes? Mira, con este botón le pongo dientes, y con este aletas, como pez.”

Pasando la parte de “creación” la cual disfrutó al máximo dejando que su imaginación creciera comenzó a jugar y me sorprendió como la nueva generación de chamacos tienen habilidades superiores para el entendimiento digital, en menos de 16 minutos ya había terminado la parte celular y ya estaba listo para saltar a hacer su criatura y saltará a la tierra.  Entre risas, gozo y demás mi sobrino disfrutaba el juego como cuando yo jugaba Mario 3 en el Nintendo, ese disfrute intrínseco de inmersión total en un juego, con la diferencia que esta criatura era suya, él la creó, él la está ayudando crecer, y su interacción es completamente más profunda que correr con un plomero pre pixeleado, ya que el hizo su “Personaje” como el quiso, con todo y sus manchas de colores casi neones.

Es increíble como un juego tan complejo y completo como Spore en verdad puede apelar a cualquier tipo de público, mi sobrino pudo navegar sin ningún problema entre todos los menús y opciones, y se sentía como todo un experto corrigiéndome y haciendo gala de sus habilidades. Y en efecto mi interacción fue nula. El hizo todo el solito.

Llegó la noche y mi sobrino no quería que lo llevara de regreso a su hogar, el juego lo llamaba a seguir adelante, pero pues ante los gritos telefónicos de mi hermana que tenía que bañarse cenar y dormirse, tuve que apartarlo de mi computadora para llevarlo a su casa. ¿Y te gustó el juego? Preguntaba. “Esta increíble, ¿puedo venir mañana a jugar?”

Claro que puedes….pero ya le mandé pedir a los reyes que te lo llevarán. Pero eso todavía él no lo sabe.