A partir de la pandemia por la COVID-19, el trabajo remoto se convirtió en una práctica común dentro de las empresas. Con el avance de la vacunación y cada vez más lugares abriendo, la flexibilidad laboral es algo que algunas empresas han adoptado.

En este momento estamos ante un cambio en el ámbito laboral, y los empleados prefieren tener flexibilidad laboral antes que un buen sueldo, un estudio realizado en cinco países revela este cambio en el pensamiento de los profesionales.

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Según el estudio realizado por Jabra, la flexibilidad laboral se ha convertido en un beneficio laboral y un motivante para elegir una oferta laboral sobre otra.

El 73% de los encuestados considera que en un futuro la oficina física será un beneficio, mucho más que un lugar habitual para trabajar. Sin embargo, casi el mismo porcentaje ve a la oficina como un lugar para socializar.

Motivación de la flexibilidad laboral

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A pesar de la flexibilidad laboral de un sistema híbrido, los problemas con las herramientas tecnológicas son las principales razones por las que las personas quieren volver a la oficina presencial.

Mala comunicación y organización, así como que la empresa no esté preparada para esta forma de trabajo también cambian los deseos de los trabajadores para elegir una forma de trabajo remota.

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El 52% de las personas encuestadas expresaron que preferían trabajar desde casa, sin embargo temen que su carrera profesional pueda verse afectada por elegir esta forma de trabajo.

A pesar de todo esto, siete de cada 10 empleados valoran la flexibilidad laboral, poder elegir horarios y días que van a la oficina es algo que prefieren sobre salarios, por lo que si las empresas quieren mantenerse competitivas, el estudio hace las siguientes recomendaciones:

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Recomendaciones para las empresas

  1. En vez de ordenar “la vuelta a la oficina”, se debería considerar la posibilidad de permitir a las personas trabajar desde cualquier lugar, proporcionando la tecnología necesaria a los empleados.
  2. Dado que el 75 por ciento de los empleados valoran la flexibilidad laboral por encima del salario, sería inteligente replantearse los beneficios laborales para seguir siendo competitivos y seguir atrayendo el mejor talento.
  3. Los directivos deberían considerar cuáles son los motivos y tareas por los que quieren a sus empleados en la oficina y, según éstos, asegurarse de que el espacio de trabajo satisface esas necesidades.
  4. Las empresas que invierten en tecnología para mejorar la colaboración entre sus equipos se beneficiarán más que las que invierten principalmente en recursos físicos tradicionales.
  5. Los directivos deben predicar con el ejemplo para mostrar las mejores prácticas de trabajo híbrido. Estos deben demostrar a sus equipos que, independientemente de la forma de trabajar elegida, esta situación no se convertirá en una desventaja de ningún tipo.

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¿Y tú qué prefieres? Tener flexibilidad laboral o más bien ir a convivir (y obviamente trabajar) a una oficina física.