La Fiscalía General de la República (FGR) realizó la compra de software espía entre 2019 y 2020 a través de cuando menos cuatro contratos por un valor de 5.6 millones de dólares, poco más de 111 millones de pesos al tipo de cambio, según lo informado por el diario El País, que asegura haber tenido acceso a documentos que confirman la compra.

La compra de este software espía fue realizada a través de Neolinx de México, empresa que funge como intermediaria de Hacking Team, compañía italiana que distribuye distintas soluciones de software espía. En este caso, los contratos se hicieron para la compra de Geomatrix, software especializado para el espionaje de teléfonos celulares.

El software vendido por Hacking Team, pero desarrollado por la empresa israelí Rayzone Group, se describe de la siguiente manera: “Software que sigilosamente determina el estatus, la ubicación y el movimiento de los objetivos de interés, desde cualquier lugar en una ciudad o área hasta el país entero y más allá de las fronteras, localizándolos con alta precisión en tiempo real a través de redes GSM / UMTS / 3G / 4G (LTE)”.

Hacking Team también fue una de las proveedoras de herramientas de ciberespionaje durante el sexenio de Enrique peña Nieto.

En 2015 se descubrió que la empresa italiana ha vendido sus productos a 35 países, de los cuales muchos han sido señalados por violar derechos humanos. México ha sido uno de sus principales clientes desde hace más de cinco años.

¿Para qué se compró software espía?

El País señala que la FGR escondió los contratos bajó el nombre de “Gastos de seguridad nacional”, por lo que expertos de la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D) apuntan a una posible violación de los derechos humanos debido a que este software puede ser utilizado para una vigilancia masiva.

Sin embargo, las autoridades argumentan que este tipo de compras son aprovechadas para el combate contra la delincuencia organizada.

A pesar de esto, El País menciona que R3D descubrió que en 2019 este software era utilizado sin control.

En 2017 el gobierno de Enrique Peña Nieto utilizó un software similar llamado Pegasus para espiar a periodistas y activistas.

Andrés Manuel López Obrador aseguró en 2019 que su gobierno no utilizaba Pegasus o cualquier otro software espía, pues prometió que en su gobierno no se iba a perseguir a nadie.