El robot de la Agencia Espacial Europea, Philae, quien está anclado en el cometa 67P/Churymov-Gerasimenko, y que va en su trayectoria aproximándoe al Sol, se volvió a comunicar desde que despertó de su hibernación el mes pasado. Después de 15 días de silencio, Philae tuvo una conversación de 20 minutos con el control de Tierra a través de su nave madre Rosetta, la cual está en órbita alrededor del cometa. «Fue una notable noticia para el resto de la misión de Philae», dijo la Agencia.

Desde el 24 de junio no se tenían noticias de Philae, un robot del tamaño de una lavadora de ropa, lo que mantenía en suspenso a los investigadores. De hecho, Philae había caído en modo de hibernación cuando después de aterrizar en el cometa el 12 de noviembre del 2014, gastó sus 60 horas de batería, esperando poder recuperarse en la medida que el cuerpo celeste se aproximara al Sol. El 13 de junio pasado, después de siete meses de estado de suspensión, Philae regresó a la actividad, para beneplácito de los controladores de la misión.

Hoy se sabe que el aterrizaje de Philae no fue como se esperaba y que rebotó en la superficie del cometa varias veces antes de caer en un lugar de gran sombra, lo que impidió por mucho tiempo que pudiesen cargarse sus baterías. Ahora el cometa va a una velocidad de unos 31 kms por segundo y las pilas de Philae parecen haberse podido recargar correctamente en al medida que se acerca al Sol.

El jueves hubo un octavo contacto con Philae, el cual fue además el más largo, lo que permitió que la sonda mandara datos críticos obtenidos por Philae en el terreno del cometa. «El enlace fue por mucho el mejor que hemos tenido, con un par de interrupciones», indicó la Agencia Europea. Esto hace pensar que con esta buena conexión, el equipo podrá controlar a Philae mejor y mandarle comandos, posiblemente para que pueda por ejemplo, girar su posición e incluso perforar el suelo del 67P para examinar el subsuelo superficial.

Philae está equipado con 10 instrumentos, los cuales se han diseñado para aprender más de las propiedades de los cometas y de su posible intervención en traer la vida a la Tierra. Los cometas son bolas de hielo, gas y polvo congelados que se supone vienen de la formación del sistema solar, hace unos 4.6 mil millones de años. Algunos expertos creen que los cometas chocaron en la Tierra primitiva llevando los ingredientes químicos para la vida.

El cometa 67P se acerca a su perihelio, es decir, su punto más cercano al Sol, a unos 185 millones de kms. Esto ocurrirá el 13 de agosto y los científicos están emocionados de ver de primera mano los cambios que ocurrirán cuando ocurra este evento.

Referencias:

Phys.org