De todas las posibles moléculas en el mundo, sólo dos forman la base de la gran variedad de la vida: el ácido desoxirribonucleico (ADN) y el ácido ribonucleico (ARN). Los únicos que pueden almacenar y transmitir información genética, o al menos eso se pensaba. Los científicos Vitor Pinheiro y Philipp Holliger, de Cambridge, en el Reino Unido, han desarrollado un polímero alternativo llamado XNA que también pueden almacenar información genética y evolucionar por selección natural.

La ‘X’ en XNA es sinónimo de ‘xenotrasplante’, que se deriva del prefijo griego que significa ‘extranjero’. La comunidad científica proclama que el avance podría ser el comienzo de una nueva era de la genómica sintética con implicaciones para la exobiología, un campo que investiga la posibilidad de vida fuera de la Tierra, así como el impacto de ambientes extraterrestres en los organismos vivos.

Los científicos crearon seis diferentes tipos de XNAs, esto sustituyendo el componente de azúcar del ADN y el ARN, la desoxirribosa (la D del ADN) y la ribosa (la R del ARN) con un polímero, otorgándoles la capacidad además de resistir e interactuar con las enzimas naturales que degradan el ADN y ARN , creando con esto enzimas que ensamblan hebras de ADN con hebras XNA, e incluso a la inversa, convertir XNA en ADN. Por supuesto, ninguna enzima natural puede hacer esto actualmente, ya que la evolución no trabaja en esa dirección.

Dando como resultado enzimas que pueden copiar información entre XNA y el ADN, con una exactitud del 95% o más. Con más trabajo, debe ser posible en el largo plazo, diseñar y construir nuevas formas de vida que se basen en uno o más de estos polímeros genéticos no naturales.

El descubrimiento también podría ser una bendición para el campo de la biotecnología, lo que podría estimular el desarrollo de nuevos productos bioterapéuticos y de diagnóstico. Los XNAs podrían ser utilizados para marcar agentes patógenos, e incluso pueden arrojar luz sobre el origen de la propia información genética de miles de millones de años atrás. Sin duda un descubrimiento por demás importante que traerá consigo grandes avances y nuevos campos de investigación, aunque muy probablemente también estará acompañado de muchas discusiones éticas y religiosas que esperemos no impidan ni frenen este tipo de investigaciones.

Fuente: Science