Dice la Wikipedia: El yo-yo es un juguete formado por un disco de madera, de plástico o de otros materiales con una ranura profunda en el centro de todo el borde, alrededor de la cual se enrolla un cordón que, anudado a un dedo se hace subir y bajar alternativamente. Se maneja el disco mediante sacudidas hacia arriba y hacia abajo. Existen un centenar de trucos con nombres curiosos que se pueden realizar con él, entre ellos la “vuelta al mundo”, el “fuego atómico”, la “bala de plata” y “el kamikaze”.
Y la verdad es que probablemente todos hemos tenido alguna vez un yoyo y habremos hecho toda suerte de trucos y maniobras con los mismos. Por alguna razón, las empresas que fabrican los yoyos surgen en algún momento del año e incluso, llevan a campeones de yoyo (vestidos de traje y corbata) a las escuelas a mostrar sus espectaculares trucos y desde luego, para así vender más juguetes de estos.
Curiosamente hay campeonatos mundiales de yoyo y desde luego, ahí participan jóvenes que son capaces de manejar el yoyo en situaciones que francamente parecen imposibles. Algo que hace aún más atractivo este tipo de competencias es que los concursantes se ayudan de música y evidentemente, entre las suertes que ejecutan y su sincronización con la música utilizada, puede darles más puntos.
He aquí un par de videos interesantes sobre este arte de jugar con el yoyo. Cuando veo estas cosas llego a la conclusión que algunos jóvenes tienen demasiado tiempo libre. Como sea, su nivel de expertez en este campo es poco menos que asombroso.