En 2019, el empresario Matthew Pearson hizo pública su ambición de crear la primera serie de carreras del mundo para coches voladores eléctricos, bajo el argumento de que este tipo de competencias aceleran la innovación de la movilidad, sea en tierra o en el aire.

Ahora, la empresa Airspeeder que creó con este objetivo dio a conocer que su Alauda Mk3, auto de carreras volador, eléctrico y no tripulado, llevó a cabo con éxito sus primeras pruebas. Estas se realizaron en desiertos de Australia del Sur, bajo la supervisión de la Autoridad de Seguridad de Aviación Civil de Australia (CASA).

A lo largo del proceso, el equipo trabajó de la mano con el regulador “para asegurar el cumplimiento de todos los procedimientos requeridos mientras se desarrollan protocolos de seguridad sólidos”, dijo Airspeeder en un comunicado. “La ejecución exitosa de estos vuelos significa que los Grandes Premios de coches voladores eléctricos no tripulados se llevarán a cabo en 2021”, agregó.

De acuerdo con la compañía de Pearson, las carreras de la Serie EXA contarán con la presencia de pilotos de élite tanto de la aviación, como del automovilismo y de los eSports para controlar de forma remota estos vehículos eléctricos de despegue vertical, también conocidos como eVTOL, compitiendo en pistas aéreas visibles con realidad aumentada.

La serie EXA estará compuesta por cuatro equipos con dos pilotos remotos cada uno que competirán en tres eventos en diferentes partes del mundo, que se darán a conocer más adelante.

Las audiencias interesadas podrán ver estas competencias en transmisiones digitales, prometió Airspeeder. “Estas carreras acelerarán la llegada de vehículos eVTOL”, aseguró.

A partir de las pruebas con Alauda Mk3, la producción arrancó para que, cuando las competencias se acerquen, se pueda contar con una flotilla de 10 de este auto de carreras volador. Sin piloto, el vehículo pesa 130 kg, puede ir de cero a 62 mph en 2.8 segundos, subiendo a hasta a 500 metros, y volar durante 10 a 15 minutos, según Airspeeder.

Es 2021 y la industria sigue hablando de ‘taxis voladores’ pero, ¿cuándo despegarán?