Hoy vi a uno de mis hermanos y me sorprendió su nuevo reloj: se trata de uno inteligente, con una correa amplia de plástico negro, con pantalla táctil y conexión al teléfono vía Bluetooth. De hecho, lo vi porque le entró una llamada y contestó directamente en el reloj, en manos libres. ¿El costo? Alrededor de 50 dólares. Está hecho en China y lo pidió hace un mes. No pagó costos de envío, pero sí un seguro para evitar problemas de robo y esas cosas que suelen pasar.  La realidad es que se ve bien hecho y es muy funcional. Por el costo creo que vale la pena probar. Quizás no aguante el trajín diario y la pila sí puede ser un problema.

Mi hermano me comentó que en general hay que conectarlo al menos una vez al día para cargar la batería. Pero bueno, para hacer la prueba no parece una fuerte inversión aunque desde luego, no es lo mismo comprarse una sola unidad a pensar en traer relojes inteligentes de China para venderlos. Ahí hay que irse con cuidado pues en nuestro país cuando llegan embarques a la aduana, muchas veces está a criterio de esa gente cuánto pagar de impuestos y hay un caos administrativo que se materializa en la corrupción, mal de nuestro México. Y no podemos negarlo, así es.

Me metí entonces a investigar sobre este tipo de relojes y vi en la tienda virtual Alibabá, cuyo nombre no me da muy buena espina, el tipo de relojes que se pueden conseguir en esta categoría de “inteligentes”. Por ejemplo, esta empresa, produce este tipo de relojes digitales inteligentes, el cual tiene las siguientes características:

  • Batería recargable de 230 mA
  • Tiempo de carga: 1 hora
  • Características: Alarma, fecha, calendario
  • Tiempo para tocar música: hasta 6 horas
  • Rango de transmisión: 10 metros
  • Material: plástico
  • Color: blanco/negro
  • Soporte de lenguajes: inglés, chino
  • Tiempo para hablar por teléfono: 3 horas
  • Conexión al teléfono vía bluetooth

Confieso que me asombró el precio por la calidad del dispositivo. Hay muchas fábricas que hacen este tipo de relojes en China y sus precios varían enormemente. Aún así, a mí en particular el hacer negocio con los chinos no es algo que esté muy convencido pero quizás es un prejuicio mío. ¿Alguien tiene experiencia en este rubro?

Referencias:

Alibabá