La realidad es que vender más de 100 millones de cualquier cosa resulta asombroso, y Alexa, el asistente digital por voz de Amazon, ya ha sobrepasado esa cifra en ventas. Esto, con el CES que ya se viene, parece ser la entrada inminente del poder de la voz en el año 2019, lo cual podría ser la tendencia en la gran feria de electrónica.

¿Apple bajará el precio de los iPhone después de sus bajas ventas?

Antes de que terminara el 2018, las estadísticas más optimistas indicaban que para el final de ese año, las ventas de dispositivos de voz inteligentes podrían llegar a 100 millones. Pero de nuevo la realidad superó todas las expectativas y ya se han vendido más de 100 millones de dispositivos Alexa, además de los que ha vendido Google con su «Assistant».

De acuerdo con la información disponible, más de 150 productos están interconstruidos en Alexa, con más de 28 mil dispositivos que pueden trabajar con Alexa, los cuales están hechos por más de 4500 diferentes fabricantes. Por ejemplo, el dispositivo más pequeño de Alexa, el Echo Dot, ha sido un éxito espectacular al final de la temporada navideña. Y aunque no se han dado cifras de las cantidades vendidas, se sabe que ha rebasado las expectativas más optimistas. Y podemos dar este dato: quienes quisieron comprar el Echo Dot de 3a generación a precio de «Black Friday» en EEUU, Amazon ha avisado que a esos compradores podrá surtirlos a fines de enero 2019. Si usted pide en EEU hoy un Echo Dot, lo más probable es que su orden no se procese hasta finales de febrero de este año.

Probablemente Alexa sea la siguiente ola de dispositivos electrónicos inteligentes, los cuales se podrán conectar a otros aparatos para que, vía voz, podamos encenderlos, apagarlos, hacer que hagan algún proceso, etcétera. Pero para que esto sea una realidad, Amazon tiene el «Alexa Connect Kit», el cual está aún en preview por invitación solamente, pero presumiblemente se pondrá a disposición de todo aquel interesado para que así las posibilidades del producto crezcan, creando lo que se quiere ya llamara «computación ambiental», lo cual no es otra cosa que dispositivos que responden a sensores a través de comandos de voz.

Vamos a ver qué pasa, aunque da la impresión que en el CES esta será la tendencia. Ya veremos si tenemos razón.