Los derechos cinematográficos de Tomb Raider están en movimiento nuevamente y esto puede dar como resultado que tengamos otra vez un reboot de la franquicia.

Después de no hacer una nueva entrada en la franquicia desde 2018, MGM perdió la licencia de Tomb Raider, lo que llevó a que el resto de Hollywood entrará en una guerra de ofertas por la oportunidad de hacer su propia película sobre Lara Croft, así lo informa The Wrap.

La película Tomb Raider de MGM, Tomb Raider, que fue protagonizada por Alicia Vikander como Lara Croft fue recibida con tibio entusiasmo por parte de la crítica y los fanáticos de los juegos.

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El estudio coqueteó brevemente con los planes de hacer una secuela, pero esas metas nunca se concretaron, al menos no antes de la fecha límite que era en mayo en donde MGM tuvo que dar luz verde para una cinta con el objetivo de retener el control de los derechos, según The Wrap.

Un factor probable para que no suceda una secuela es que en marzo, Amazon cerró la compra de MGM, y el nuevo propietario presumiblemente está reexaminando muchos de los proyectos y franquicias existentes del estudio.

Los errores en las versiones cinematograficas de Tomb Raider

Tomb Raider ha tenido una historia algo inestable en la pantalla grande. La primera y más exitosa adaptación se estrenó en 2001 y fue protagonizada por Angelina Jolie.

Esa película, llamada Lara Croft: Tomb Raider, recaudó $131 millones en la taquilla estadounidense, casi el doble de lo que recaudaría cada película posterior.

Jolie hizo una secuela llamada Lara Croft: Tomb Raider – The Cradle of Life en 2003, pero fue relativamente decepcionante.

Aún se tiene fé en la franquicia

El esfuerzo de MGM en realidad logró generar aproximadamente la misma cantidad de dólares a nivel mundial que la primera aventura de Jolie.

Pero dados los 17 años intermedios de inflación y el rendimiento de taquilla más bajo de las tres películas, parece que no fue suficiente para comenzar una secuela.

A pesar de los retornos menos que estelares de las últimas dos películas, el atractivo de la IP reconocible al instante y el éxito de la película original probablemente sean suficientes para mantener a muchos estudios y servicios de transmisión compitiendo por los derechos de la franquicia Tomb Raider.

Una nota interesante sobre estos derechos es que solo se aplican a una versión cinematográfica de Tomb Raider.

Los derechos de televisión parecen ser parte de un acuerdo diferente, lo que ayuda a explicar por qué Netflix todavía tiene una serie animada de Tomb Raider en proceso.

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