En la actualidad existen muchos robots con distintos objetivos por cumplir para ayudar a los humanos, sin embargo, un equipo de investigadores estadounidenses crearon los primeros xenobots capaces de autoreproducirse.

Los robots humanoides están entre nosotros, este robot gesticula como lo hacemos los humanos

La primera versión de estos xenobots o robots orgánicos fue presentada en 2020 y fueron las primeras máquinas orgánicas creadas por el humano. Después llegó la actualización capaz de caminar por su propia cuenta, organizarse en enjambres, autocurarse y tener memoria. Ahora el desarrollo de estos xenobots pasó a manos de una supercomputadora y dio como resultado la autoreproducción de estos «biobots» provenientes de las células de una rana.

¿Cómo crearon los xenobots?

Los responsables fueron un equipo de la Universidad de Tufts, en Estados Unidos, y se basaron en las células embrionarias de la rana Xenopus laevis, un tipo de anfibio que lleva años en estudio por su desarrollo y su forma de transformar sus células en piel:

Cuando las ranas liberan estas células del resto del embrión y se les da la oportunidad de descubrir cómo estar en un nuevo entorno, no solo descubren una nueva forma de moverse, sino que también descubren aparentemente una nueva forma de reproducirse.

Michael Levin, profesor de Biología y director del Allen Discovery Center en la Universidad de Tuffs

Pero ¿son organismos?

Estos xenobots son una mezcla hecha a partir de las células de las ranas, por lo que su «materia» no es de metal, sino es más de una forma celular. Pero su actuar es el de un robot, ya que su finalidad es funcionar en nombre de los humanos.

Con ayuda de una inteligencia artificial, los investigadores probaron con miles de formas para que los xenomorfos fueran más eficaces con la tarea de replicación. Sin embargo, el uso de una supercomputadora dio como resultado que la forma más adecuada para este fin era un tipo C, parecido a un Pac-Man. Con esta forma, el biobot tiene la capacidad de reunir cientos de células en su «boca» para, posteriormente, reproducirse y formar más xenobots.

La finalidad de estos xenobots es aportar a la medicina regenerativa ya que su desarrollo está visto para poder darle solución a lesiones traumáticas, defectos de nacimiento, el cáncer y problemas derivados del envejecimiento.

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