Activa las notificaciones para estar al tanto de lo más nuevo en tecnología.

La vida después de Twitter

Recuerdo perfecto el día que lo comentamos al aire en W Radio, todavía transmitía Dommo (programa de radio que conducíamos Ricardo Zamora y un servidor...

Recuerdo perfecto el día que lo comentamos al aire en W Radio, todavía transmitía Dommo (programa de radio que conducíamos Ricardo Zamora y un servidor y que ahora vive en Internet con tremenda recepción por parte de los “podescuchas”) y fue algo así como “ah, mira, con este servicio puedes decir lo que estás haciendo en el momento”.

Aparecía un mapa con diferentes mensajes que decían “John, Los Angeles, CA.- Me estoy tomando un café”… pasaban unos cuantos segundos y luego, “Clara, San Francisco, CA.- Saliendo a la calle”. Un poco con “cara de what” recuerdo comentar la noticia del nuevo servicio llamado “Twitter”. Saqué mi cuenta, por supuesto, pero nunca la usé. Esto era en septiembre de 2007. Tuvieron que pasar un par de años hasta principios de 2010 para que el servicio cobrara verdadera fama a nivel global y, claro, también a nivel local.

Hoy con más de 190 millones de cuentas (Facebook va por los 600 millones) el servicio parece que llegó para quedarse, sin embargo, tengo mis serias dudas de quién lo usará y para qué. En México los que nos dedicamos a estos temas y estamos cerca de medios de comunicación comenzamos a abrirles cuentas a cuanto famoso nos encontrábamos y veíamos como el número de “seguidores” crecía como la espuma. Y claro, en un principio todo giraba alrededor de este supuesto número de personas que estaban atentos a los “tuits” o mensajes del dueño de la cuenta, pero algo sucedió en el inter y de repente personas que nadie las conocía, recibieron miles y miles de seguidores en unos cuantos días. Mi teoría es que el propio Twitter los promocionó y que, en parte, algunas de las cuentas son de robots que simplemente fueron programados para saturar el sistema.

Las “caídas del servicio” se multiplicaron y a cada rato aparecía la famosa “ballena flotando”, indicando que tenían problemas técnicos. A pesar de todo esto, durante el 2010 el servicio creció de forma importante en México y sucedió lo inevitable: llegó a la televisión y la radio. En poco tiempo podías “seguir” a cuanto comunicador se te ocurriera y todos comenzaron a integrar a Twitter como un proveedor de contenido: “Nos dicen vía Twitter que si tocamos este tema” o “dice el usuario tal que no es cierto” y así de repente “Twitter” fue, si no el protagonista, sí un importante personaje dentro de todo tipo de noticieros en radio y también en televisión.

¿Qué ha pasado con Twitter? Por un momento imaginamos algunos –y me incluyo- que no podríamos continuar vagando por el “ciber espacio” sin la presencia constante y sonante de Twitter. Pareciera que si no seguíamos a las personas de moda y si no teníamos cierto número de seguidores, estábamos perdidos. También, si no “tuiteabas” a cada rato y cualquier cosa, podrías “no salir en la foto” y tu futuro digital estaría destinado al fracaso. En un momento de la historia, de repente ante cualquier suceso de índole noticiosa, el “timeline” se llenaba (saturaba) en el acto, con la misma noticia repetida hasta el cansancio y, claro, de repente con algunas “ediciones” del tuitero en cuestión que muchas veces llegó a deformar la nota original.

Luego surgieron los “Social Media Experts” o “Twittstars”, individuos con alguna gracia que su principal virtud era tener un gran número de seguidores. Normalmente con la pequeña ayuda del propio Twitter, pero que en realidad no aportaban nada en concreto. A la pregunta “¿de dónde salieron tus seguidores?” siempre seguía una incómoda y vaga explicación.

Así es qué, ¿cómo es la vida después del furor de Twitter? Creo que más apacible, un poco más tranquila y, sobre todo, un mucho más centrada en el origen de los contenidos, que siguen siendo producidos por las mismas personas que antes. Hoy con Twitter se tiene un medio más de promoción, pero creo que el furor ya pasó y ahora viene la etapa más complicada: la de mantenerse. Ya no hay esa “extrema urgencia” de tuitear todo y a cada rato y, creo, que hemos ido refinando y eliminando las listas de personas seguidas.

Como bien dicen por ahí, lo importante no es llegar. Y creo que seguiremos viviendo después de Twitter y esperaremos pacientemente al siguiente fenómeno en Internet. Igual y hasta lo tuiteamos, ¿no?

(Foto tomada de aquí)

Comentarios