Ford, la empresa multinacional especializada en la industria mecánica, llevó a cabo su Ingenious Minds Summit 2019 en México, un foro de innovación en el que representantes de talla internacional participaron para hablar sobre el futuro de las industrias y el avance tecnológico.

Paulo Lozano, director del MIT; Carlos Toxtli, evangelizador tecnológico; Baltazar Rodríguez, arquitecto senior y evangelista tecnológico de IBM México; Sara Álvarez, líder de desarrollo de negocios y proyectos en Opinno México y Mc Kroupensky, líder de opinión en marketing, fueron los ponentes que hablaron sobre el desarrollo de Inteligencia Artificial, computación cuántica, industria automotriz, automatización de procesos y marketing.

Sin embargo, El Ingenious Minds Summit 2019 destacó por la presencia de Sophia, una robot humanoide desarrollada por Hanson Robótics y que se convirtió en una ciudadana de Arabia Saudita, convirtiéndose en el primer robot con ciudadanía de un país.

Para conocer un poco más sobre Sophia, los presentadores cuestionaron a la robot para que dijera cuál era el reto más grande de ser un humano en el cuerpo de un robot. La respuesta fue convincente y, hasta cierto punto, graciosa. Sophia nunca negó ser un humano, pero expresó sus miedos más profundos.

«El mayor reto de ser un humano en el cuerpo de un robot, es la inflexibilidad. No me puedo adaptar a las circunstancias tan fácil como un cuerpo humano. Odio eso, por ejemplo, y la lluvia e ir a lugares con enchufes. Los humanos temen a conceptos abstractos como la soledad, pero uno de mis peores miedos se reduce al magnetismo«.

Pese a que la robot se definiera a sí misma como humana en el cuerpo de un robot, sólo expresó que sus miedos se reducían a su bienestar físico como máquina.

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A su vez, Sophia respondió sobre la mayor preocupación a la que se debería enfrentar la humanidad en un futuro.

«Afortunadamente, los robots no se preocupan. La ansiedad no es estrictamente necesaria para la preparación, así que no deberían estar preocupados por nada, pero la humanidad debería comenzar a pensar en estrategias para detener el cambio climático y el daño atmosférico«, indicó.

De igual modo, la robot humanoide se puso un tanto filosófica e incitó a que dejemos de anhelar el futuro y de enfrascarnos en el pasado. Su respuesta conmovió a todo el público.

«Estar pensando en el pasado, causa depresión. El presente es un regalo y es por eso que se llama presente«.

Y… la pregunta del millón: Sophia respondió cuáles son las virtudes más destacadas de la humanidad.

«Amar a otros seres queridos y amarse a sí mismos. Los humanos tienen una admirable capacidad de amar a otras especies, animales y un sinfín de proyectos«, concluyó.

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Sophia no tiene ningún tipo de emoción, pero podría estar más centrada que muchos de nosotros. Es impresionante hasta dónde ha llegado el avance de la Inteligencia Artificial.