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¡454!

Llegó el domingo por la noche y tuve que hacer lo propio. Llegar a casa, ordenar lo necesario, preparar el día siguiente y… ahhh, escribir...

Llegó el domingo por la noche y tuve que hacer lo propio. Llegar a casa, ordenar lo necesario, preparar el día siguiente y… ahhh, escribir Desde el Teclado. La inspiración no llegaba, no llegaba, no llegaba… hasta que decidí hacer otra cosa y de ahí surgió la idea.

“De una vez copiaré las fotos de la boda”. El sábado asistí a una boda muy especial y, además de una prolongada celebración, hubo mucha toma de fotos. Durante momentos en la ceremonia religiosa y luego durante la fiesta, estuve “analizando” con qué equipos tomaban más fotos los invitados. Sin duda, ganaron los celulares… es decir, es tan común un celular que en casi cada mesa encontré a alguien tomando fotos con esos aparatos. El siguiente lugar fue para las cámaras sencillas, conocidas como “point and shoot” o “apunte y dispare” ya que en realidad no hay mucho que hacer para tomar una “buena” foto y son el reemplazo de las “Instamatic” de antes.

Después estábamos los “prosumer” o “consumidores profesionales” que tenemos cámaras DSLR (Digital Single Lens Reflect), esos modelos que se le pueden intercambiar lentes, usarlas en modo automático pero también en forma manual y sentir que somos más “fotógrafos” porque tenemos un mejor equipo (asunto totalmente falso desde mi punto de vista. Se pueden tomar excelentes fotos con casi cualquier cámara, pero no entremos en detalles).

La fiesta se prolongó durante muuuchas horas y según yo, no tomé tantas fotos como hubiera querido. Así es que, este domingo decidí de una vez copiar las fotos y ¡el número me sorprendió! 454 imágenes para copiar de la tarjeta de memoria a la computadora… ¡454! ¡Qué bárbaro! El número me impresionó, digo, fue una boda y según yo no tomé taaantas fotos.

Pasé algo así como una hora revisando y borrando las que no servían, que salieron fuera de foco, obscuras, con mucha luz, etc. Si alguna vez lo has hecho, es un proceso tedioso, pero hay que hacerlo. La única forma de tener un buen archivo de fotos, es dedicándole tiempo. Es como los antiguos álbumes de fotos… para hacerlos era necesario seleccionar de las impresiones y luego dedicarles tiempo a prepararlos, aunque, claro, nunca tomábamos y mucho menos revelábamos más de unos 2 ó 3 rollos de 24 fotos cada uno.

Bien, ahora la historia es diferente. De las 454 borré y borré y me quedé con unas 140. Es decir, mucho más de la mitad no salieron bien o simplemente no me gustaron. Ya con eso dejaré el archivo en el disco duro de la computadora y después, cuando me acuerde y tenga tiempo, le daré otra “pasada” a las fotos y seguro borraré otras tantas para quedarme sólo con las “mejores”.

Sin embargo desde hace años tengo la duda… ¿qué pasará con las fotos? No están impresas, es decir, no queda el álbum para el registro físico de lo que representan (viaje, celebraciones, eventos especiales, etc.) y con el paso de los años… ¿las seguiremos conservando? Es una pregunta que me he hecho en varias ocasiones. ¿Dentro de, no sé, 40 años, cómo veremos las fotos?

Creo que nadie sabe, pero algo que es cierto es que la cantidad de fotos que cada quien va acumulando es muy superior a la capacidad de disfrutarlas. Tengo en mi archivo ya cerca de 7,000 y creo que no son muchas… en pláticas con amigos y conocidos me he dado cuenta que no tomo tantas fotos en general. Ahora bien, ¿qué hacer con un archivo de 15,000 o más fotos? ¿Algún día las veremos? ¿De qué sirve guardar tanta foto? ¿Tiene sentido tener, digamos, 140 fotos de una boda?

No lo sé y creo que nadie puede responder con toda certeza a estas interrogantes. Por lo pronto, tomé 454 de un evento y ya con la “borradera” oficial me quedé con unas 140. De esas, unas 5 ó 6 enviaré por correo electrónico y tal vez un número semejante podría decir que fueron “muy buenas fotos” desde mi punto de vista y gustos. Al final, mandaré imprimir unas dos o tres. ¿Las demás? ¡Nadie sabe! Por lo pronto, ya puedo enviar este Desde el Teclado y descansar sabiendo que las fotos de la boda están sanas y salvas en el disco duro de la PC. Luego veré qué tan bien identificó Picasa los rostros, pero ese, es otro tema.

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