La Tercera Guerra Mundial. Es quizás el tema que ahora mismo acapara las conversaciones en redes sociales. La vista a Taiwán de Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, ha incrementado las tensiones entre la Unión Americana y China, lo que para muchos podría desatar un enfrentamiento bélico de impacto mundial.

Sin entrar en detalles, muchos analistas han entregado estimaciones de lo que podría suceder y aunque sin duda existe la posibilidad, quizás no sea una Tercera Guerra Mundial la que dicte el fin de la civilización tal y como la conocemos ahora, aunque sería parte de la ecuación.

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Cuando menos así lo dejan ver los hallazgos de un software que lanzado en 1973 bajo el nombre de World 3 y desarrollado por el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) predijo que la civilización colapsaría durante 2040. Ahora mismo la idea no suena descabellada ¿cierto?

El software fue parte de una investigación del Club Roma, una organización privada que, formada en 1968 por políticos de alto nivel, tenía como fin predecir el futuro con miras a capitalizar ciertas situaciones financieramente.

Lejos de estudiar los impactos de una Tercera Guerra Mundial, este software se desarrolló para simular la sostenibilidad global y predecir el crecimiento mundial tomando como base el hecho de que el planeta tiene recursos limitados.

Aunque podría pensarse que estas predicciones ahora están fuera de contexto, el año pasado un equipo de KPMG comparó nuevos datos empíricos con los resultados obtenidos por el MIT en 1973 obteniendo la conclusión que es posible que el colapso anticipado por el World 3 para 2040 podría convertirse en una realidad.

No será una Tercera Guerra Mundial

Aunque una Tercera Guerra Mundial no sería el elemento definitivo para este colapso, si tendría mucho que ver. Después de analizar 10 variables* (véanse a pie de nota), la investigación de KPMG determinó que los seres humanos anteponen los intereses económicos e industriales ante cualquier otro factor, lo que se traduciría a largo plazo en un debilitamiento del crecimiento económico.

Es importante mencionar que esta predicción no debe traducirse en el «fin de la humanidad»; en realidad indica que “el crecimiento económico e industrial se detendrá y luego disminuirá, lo que dañará la producción de alimentos y los niveles de vida», según KPMG.

No sabemos si una Tercera Guerra Mundial está a la vuelta de la esquina, lo que queda claro es que necesitamos cambiar muchos hábitos y prioridades para cuando menos retrasar el fin de la civilización.

*Las variables estudiadas fueron: población, fertilidad, mortalidad, producción industrial, producción de alimentos, servicios, recursos no renovables, persistencia de la contaminación, bienestar humano y huella ecológica.