Ir a la Luna fue un sueño que planteó el Presidente Kennedy, el cual puso a toda una nación a trabajar para llevar a un hombre a nuestro satélite natural. La hazaña fue extraordinaria y tal vez el primer paso para pensar en ir a otros mundos. Hoy la NASA, la Agencia Espacial de Japón, la India y China, miran a planetas, asteroides y lunas, con el objetivo de ir a estos cuerpos celestes y aprender más sobre el universo en el que vivimos.

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Pero si analizamos un poco, veremos que no hay países latinoamericanos en el horizonte espacial, y sí, tenemos en México dos astronautas mexicanos (apoyados por la NASA), pero parece casi un acto imaginativo pensar que nuestro país se incorporara a la carrera espacial.

Por ejemplo, los satélites mexicanos, Solidaridad, fueron lanzados pero cohetes de otros países que cobraron por ello. Vamos, no tenemos la tecnología para subirlos al espacio e incluso, estamos lejos de crear nuestros propios satélites artificiales para dar soporte a nuestras telecomunicaciones.

El panorama parece sombrío, en el mejor de los casos, pero, ¿Podríamos ir a la Luna? Aunque la pregunta suena un poco fuera de lugar, ya tenemos un par de elementos que bien podrían contribuir a contestar afirmativamente esta idea. Por una parte, tenemos ya configurado un organismo llamado «Agencia Espacial Mexicana», la cual se encarga, al menos por el momento, de coordinar la política espacial de nuestro país. El segundo elemento viene directamente del responsable del Laboratorio de Instrumentación Espacial de la UNAM, Gustavo Medina Tanco, quien afirma que México ya se prepara para mandar 8 robots a la Luna, los cuales están siendo contruidos por el LINX, Laboratorio de Instrumentación Espacial, del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM.

De acuerdo con Medina Tanco, este lanzamiento se produciría a mediados del 2019. El objetivo es el de construir paneles solares en la superficie de nuestro satélite natural, usando estos 8 robots. Este es probablemente el proyecto más ambicioso que tiene México en el ámbito espacial. Los satélites no pesan más de medio kilo cada uno y trabajarán como un enjambre, juntándose una vez que lleguen a la Luna, en donde trabajarán conjuntamente para la construcción del panel solar.

El proyecto, «Montaje Autónomo de Estructuras sobre la Superficie Lunar», está apoyado por Conacyt y la empresa Astrobotic Technology.

A decir de Medina Tanco: «Gustavo Medina Tanco:

«En muy poco tiempo cambiará la mentalidad de los mexicanos y empezará una revolución del conocimiento, la bandera de México se posará sobre la Luna, con ello todos los mexicanos reafirmarán que nacieron con las máximas capacidades para aportar al conocimiento mundial». Y aunque la intención es muy buena, hay que reconocer que se requieren más que buenas intenciones.

Pero usted, lector/a de unocero ¿Qué piensa?