Estamos en un momento prolífico para el desarrollo de videojuegos en México. En los últimos cinco años hemos visto que emprendimientos de manufactura nacional como Mulaka y G.R.E.E.N. The Life Algorithm se colocan con éxito dentro del circuito indie de la industria y ahora sabemos que están en desarrollo propuestas que apelan a otros tipos de audiencia, como Black Noise y I’m Not Jelly.

Acerca de este último, hablamos con Ovidio Escobedo, su director y líder del estudio desarrollador 1 Simple Game, quien nos platicó sobre cómo se gestó la idea de crear un título que ofrece un ángulo rogue-lite que puede resultar atractivo para quienes gusten de retos y espontaneidad, y quien además compartió algunos insights que serán de interés para las personas que tengan la inquietud de adentrarse en el desarrollo de videojuegos.

Escobedo dijo que 1 Simple Game tiene varios años desarrollando juegos sencillos para dispositivos móviles y que la idea de crear un título más robusto llegó en 2020 tras el lanzamiento de la que fue su primera propuesta con narrativa y un principio y fin: The Lullaby of Life.

El juego fue bien recibido e incluso galardonado y le abrió el panorama al estudio para comenzar a apostar por otro tipo de títulos que se salieran de la arena de los móviles casuales y que apuntaran a los usuarios de consolas y PC.

Después de las respectivas lluvias de ideas y de dar algunos primeros pasos, I’m Not Jelly comenzó a tomar forma a partir de junio de 2020. “Queremos que sea un juego para PC y consolas, que tenga combate, que tenga personajes atractivos, que sea tipo rogue-lite, que tenga habilidades y power-ups que se conserven o se pierdan al morir”, dice el desarrollador antes de acotar que en enero de 2021 se conformó un equipo dedicado a crear un primer prototipo.

La conformación de este equipo derivó de que la compañía no solo se dedica al desarrollo de juegos, sino que tiene varios frentes que le ayudan a capitalizarse y a reinvertir el dinero en proyectos.

Es importante aclarar que el prototipo, que ya está en Steam para que cualquiera lo pueda descargar, no ofrece el aspecto final ni se trata de un nivel que quedará en el producto terminado, pues el desarrollo sigue en una etapa muy inicial.

“Queremos dedicarle todo 2022 y publicarlo en el primer trimestre de 2023, dice antes de referir que el desarrollo de un juego de este tipo, por muy indie que sea, requiere mucho tiempo.

También dijo que un presupuesto mínimo para crear un juego independiente como I’m Not Jelly oscila entre los 100 mil y los 200 mil dólares.

No es gratuito que I’m Not Jelly sea un rogue-lite. Después de hacer estudios de mercado, la desarrolladora se inclinó por crear algo que se ajustara a las tendencias, una decisión que además le convino en términos de trabajo interno, pues es un género cuya naturaleza aleatoria es noble para los developers. “Con poco esfuerzo puedes generar muchas horas de contenido”, remarca Escobedo, quien refiere que 1 Simple Game es un equipo conformado por 21 personas.

En este momento está corriendo un Kickstarter que, más allá de tener una meta económica, le ayuda a 1 Simple Game a generar comunidad y alianzas con streamers y grupos, así como a evaluar el rumbo que está tomando el proyecto.