La idea de que las escuelas dieran validez a los videojuegos y los incluyeran en sus programas de dinámicas oficiales era impensable en el pasado, incluso absurda.

Durante décadas los videojuegos fueron objeto de ataques incisivos de gobiernos y asociaciones de padres de familia, pero ahora cuentan con una aceptación cada vez más generalizada que permite que las generaciones más jóvenes los consideren como una vía real para ganarse la vida.

Los esports son una muestra clara de ello. La sociedad se está dando cuenta de que los atletas electrónicos son tan válidos como los atletas tradicionales y a ese cambio de pensamiento también se suman las instituciones educativas.

Víctor Rojas, quien en 2020 entró a la Universidad La Salle a estudiar la carrera de administración, nos relata cómo es la experiencia de que las escuelas integren la dedicación a los videojuegos y a los esports dentro de sus dinámicas oficiales.

Víctor fue campeón de Rainbox Six Siege en University Esports México. (Foto: University Esports)

Rojas es miembro de la selección de esports de la escuela y dice que se dio cuenta de que había apertura a los videojuegos cuando vio actividades con Super Smash Bros., un título que él no juega, pues es especialista en Rainbow Six.

Los videojuegos poco a poco comenzaron a tomar oficialidad escolar y eventualmente llegó el momento en el que las autoridades los incluyeron como una manera de obtener créditos universitarios.

Después llegó la conformación de la selección de esports y fue ahí que uno de sus profesores -aquel que está en contacto constante con el mundo de los videojuegos y que habla con los directivos de la escuela para lograr que el proyecto marche- se le acercó para proponerle encabezar el equipo de Rainbow Six.

Rojas remarca que la inclusión de los videojuegos dentro de la cumplimentación de créditos es tan reciente que un grueso del alumnado y profesorado no termina de comprender. “Es como estar en la selección de fútbol sin que haya ese reconocimiento, pero nosotros también estamos compitiendo para la escuela, la representamos e intentamos poner su nombre en alto. Y la verdad es excelente que se tengan beneficios por jugar videojuegos”, dice.

Luego llegó la oportunidad de participar en University Esports México, torneo al que no pudo entrar sino hasta que se deshizo de un contrato que lo sujetaba a un equipo profesional (University es una competencia a la que solo pueden inscribirse estudiantes universitarios). Las Águilas ULSA CDMX, en donde está Rojas, ganaron en Rainbow Six Siege.

Un punto importante que toca Rojas es la viabilidad de llevar una vida de estudiante y simultáneamente de dedicación profesional a los videojuegos, y al respecto dice que las dos se pueden llevar sin problemas y que solo dependerá de qué tanto esmero haya de por medio.

“No es fácil, pero es como cualquier otro deporte o disciplina que te exige tiempo y compromiso. Depende de qué tanto lo desees, pero estudiar y ser atleta electrónico por supuesto que se puede hacer”, remata.

Para finalizar, el joven dice que también quiere que los nuevos estudiantes que lleguen se den cuenta de todo lo que implica hablar de esports, pues son un deporte que tiene toda una preparación detrás.