Las apps de mensajería han sido tema de conversación desde que WhatsApp anunciara un cambio de política que implicará que empresas tengan acceso a los datos de los usuarios para mejorar su publicidad dirigida en otros productos de Facebook.
La polémica hizo que muchos migraran a Telegram, en donde ya se rompió la marca de las 500 millones de cuentas, e incluso Elon Musk se pronunció al respecto cuando recomendó olvidarse de WhatsApp y comenzar a usar Signal.
Ante este panorama de migración masiva, la firma de ciberseguridad Kaspersky emitió una serie de recomendaciones a través de Dmitry Bestuzhev, director del equipo de investigación y análisis para América Latina.
La primera está relacionada con el abandono de WhatsApp, plataforma que es propiedad de Facebook, pues si se continúa usando redes que también pertenecen al grupo de Mark Zuckerberg, como Instagram y la propia Facebook, no tendrá caso haber cambiado de servicio de mensajería.
“El solo hecho de abandonar una aplicación por no estar de acuerdo con su actualización de políticas de seguridad no les traerá ningún beneficio si es que todavía utilizan apps asociadas a esta en sus dispositivos móviles”, remarca Bestuzhev.
La segunda es relativa al número telefónico como credencial de acceso, ya que si llega a manos de cibercriminales estarán en posibilidad de ejecutar ataques de ingeniería social, como suplantación de identidad.
La recomendación es que la app elegida utilice un código generado al azar como credencial de acceso, lo que hace que la comunicación sea privada y segura.
Otras sugerencias de la firma incluyen no descargar programas o apps de fuentes no oficiales. Todo debe ceñirse a las tiendas de aplicaciones de plataformas reconocidas.
También recomienda involucrarse con los términos y condiciones de uso, pues hay apps que abiertamente avisan que su desarrollador podrá compartir datos de usuarios a terceros.
Una más es no entrar a enlaces sospechosos que lleguen a través de mensajes SMS, aún cuando éstos provengan de amigos.
Y por último, recomienda prestar atención a los permisos que solicitan las apps. Por ejemplo, la linterna jamás debe pedir acceso al micrófono, y ese pensamiento debe operar de manera análoga con el resto de las aplicaciones.
