Investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia han diseñado un sistema que intenta descifrar el lenguaje de las gallinas cuando cloquean (su ruido característico), un sistema quiere mejorar la vida de los animales al entender sus necesidades. Además, los beneficios se podrían traducir en los bolsillos de los granjeros que ahorrarían al saber exactamente lo que sus animales quieren, incrementando la productividad y la calidad de su producto.

Este sistema fue llevado a una granja de tamaño comercial para conducir experimentos que comprueben de manera científica su efectividad. Al principio se grabó el sonido de las aves. Después, se registraron los sonidos emitidos la vocalización de los animales durante momentos de estrés causado por cambios de temperatura u otros estímulos a los que una gallina de granja promedio se enfrenta. Al analizar mediante una computadora los diferentes elementos de este sonido se pudieron identificar algunos cambios que revelarían que, de hecho, las gallinas estaban sintiendo estrés, por lo que los científicos pudieron administrar qué variaciones reflejaban un estímulo placentero y que otros no lo hacían.

Estos científicos se enfrentaron a una serie de problemas debido al ambiente en el que estaban trabajando, por ejemplo, el ruido del resto de los animales y la maquinaria del lugar dificultó la tarea de documentar la opinión de las gallinas en su sistema.

Falta mucho para que el desarrollo de este sistema finalice. Sin embargo, el equipo de traductores avícolas espera poder convertir este montón de señales sin sentido en un complejo lenguaje que se traduzcan en tiempo real para que el granjero común pueda decifrar lo que sus gallinas le tienen que decir. Una cosa es segura: Muchos granjeros prefieren utilizar su conocimiento empírico para entender a sus animales que tener que confiar en un sistema que les dice —quizá de manera incorrecta— lo que ellos ya conocen.

Los beneficios se verán con gallinas más gordas, productivas y sabrosas. Mientras tanto, en el resto del mundo, millones de humanos confían en los traductores online para entender a su prójimo. Cual Torre de Babel, estos sistemas han ayudado a evitar disputas causadas por falta de conocimiento de los idiomas de sus interlocutores y en el caso de animales algunos intentos para entenderlos han tenido éxito. ¿Algún día entenderemos lo que estos seres primitivos opinan de nosotros y el rumbo que hemos tomado con el planeta? La respuesta es un misterio. ¿Les ha interesado conocer a un ave de granja o prefieren no hacerlo durante su comida?