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Tecnología mexicana contra secuestros

El país sufre -lo sabemos- una de las peores crisis de seguridad de la que tenemos memoria. Los secuestros es la noticia cotidiana y ante...

verichip.jpgEl país sufre -lo sabemos- una de las peores crisis de seguridad de la que tenemos memoria. Los secuestros es la noticia cotidiana y ante esto, las autoridades no tienen mejor idea que reunirse para supuestamente discutir y tomar acciones al respecto. Veremos qué ocurre. En el mientras, una compañía mexicana ha encontrado un nicho de negocios en la industria del secuestro. Se trata de implantar en el cuerpo de las personas un pequeño chip -diseñado por Xega que puede ser rastreado vía satélite.

La compañía inyecta un chip encapsulado en cristal, del tamaño y forma de un grano de arroz en alguna parte del cuerpo del cliente (en general en sus brazos, entre la piel y el músculo en donde no puede ser visto fácilmente), el cual manda una señal vía satélite para indicar la localización de la persona en caso de que ésta sea secuestrada.

El chip cuesta alrededor de 4000 dólares además de una cuota anual de 2200 dólares. Con estos precios es claro que el mercado al que apunta esta tecnología es a la gente de clase alta.

Las estadísticas oficiales mostraron 751 secuestros en México el año pasado, aunque se supone que hay más gente que ha sido privada de su libertad pero que no se reporta a las autoridades (¿a qué se deberá eso? me pregunto).

Xega, cuya casa matriz está en Querétaro, ha diseñado sistemas de posicionamiento global para localizar vehículos robados. Sin embargo, ante la incidencia del delito del secuestro la empresa ha visto una nueva posibilidad de negocios en este nicho. Así, si un cliente se siente en peligro de ser secuestrado, puede apretar un “botón de pánico” de un dispositivo externo para alertar a Xega, quien a su vez avisa a la policía.

Fuera de México, la compañía norteamericana VeriChip usa la misma tecnología de implantes para identificar a pacientes en condiciones críticas en hospitales, o bien, encontrar personas ancianas que han desaparecido de sus hogares por diversas razones. Sin embargo, Xega ve al secuestro como una industria del cual puede sacar provecho y está planeando expandir su negocio a Brasil, Colombia y Venezuela.

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