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El acceso es mejor que la posesión

Las nuevas generaciones han encontrado que tener acceso a bienes y servicios compartidos es mucho mejor que ser propietarios de los mismos. Y es que...

El acceso es mejor que la posesión

Las nuevas generaciones han encontrado que tener acceso a bienes y servicios compartidos es mucho mejor que ser propietarios de los mismos. Y es que en un mundo cada vez más conectado, en todos los sentidos, los usuarios pueden desembolsar una cantidad menor de recursos por tener acceso a ciertos productos como transporte, libros, canciones y hasta ropa.

Para Kevin Kelly, uno de los fundadores y director ejecutivo de la revista Wired, la tendencia es evidente: el acceso vence la posesión. En pocas palabras, el acceso es mejor que la propiedad.

El consumo colaborativo es la nueva forma de hacerse de un bien o servicio de forma compartida con otras personas. Por ejemplo, los sistemas de automóviles y bicicletas compartidas en las grandes ciudades, en los cuales el usuario paga un tipo de ‘renta’ y obtiene el derecho de tomar cualquier auto o bicicleta que sea parte del sistema para devolverla en alguna estación autorizada. Para muchos, es más importante tener acceso a una bicicleta o a un auto que poseer uno por los gastos de mantenimiento y estacionamiento, por mencionar algunos.

En este sentido, también podrían funcionar así las plataformas de música o libros, en las cuales se compren un número limitado de copias de los autores más populares, y en vez de tener un disco o libro en tu hogar disponible para cuando quieras utilizarlo, este modelo funcionaría más como una biblioteca tradicional en la que si nadie está haciendo uso de ese bien digital, tú podrías tener acceso por una cuota mensual.

Por supuesto que este modelo funciona únicamente para bienes y servicios de bajo uso, ya que si planeas utilizarlo todos los días, seguramente te será más económico comprarlo.

Este tipo de negocios podrían expandirse rápidamente por medio de aplicaciones de redes sociales locales para vestidos, accesorios como bolsas y trajes de gala que la gente ha comprado y ha utilizado solo en contadas ocasiones como una forma de amortizar su gasto en el tiempo. Es decir, se prevee que se creen mercados secundarios para bienes de bajo uso habilitados por una sociedad cada vez más conectada.

No nos extrañe que en un futuro sea más común adquirir membresías de acceso para diferentes productos y servicios que comprarlos para nuestro uso exclusivo.

Crédito imagen superior: marchello74 / Shutterstock.com

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