La firma de seguridad cibernética rusa, Kaspersky Lab, ha decidido entablar una demanda contra el segundo de los vetos federales de sus productos. El tema de la demanda es que explícitamente el gobierno estadounidense está bloqueando la compra de los productos Kaspersky. De hecho, la dirección de la seguridad interna en Estados Unidos (Homeland Security), ha expresado abiertamente el veto a los productos mencionados.

El problema de Kaspersky con el gobierno estadounidense es la presunción de que los rusos intervinieron de alguna manera en las elecciones presidenciales en los Estados Unidos, en donde salió victorioso Donald Trump. Kaspersky es una empresa rusa que tiene capacidad para instalar en sus productos antivirus algún tipo de control de los usuarios a manera de espionaje. Y de ahí se ha agarrado el gobierno de Trump para implantar el veto a los productos antivirus de la mencionada empresa.

Sin embargo, la Casa Blanca no ha pensado en poner sanción alguna a Rusia (si es que hubo intervención) aunque de acuerdo al «ciber-zar» de la Casa Blanca, Rob Joyce, Kaspersky es un ejemplo de que la administración Trump está tomando las cosas en serio. Y aunque nadie ha podido probar los nexos de Kaspersky con los rusos y con la intervención en las elecciones del 2016, el hecho de ser rusa la empresa está afectando sus operaciones en el gran mercado estadounidense.

“Nada que esconder” dice Kaspersky, y pondrá su código fuente accesible para demostrarlo

Entre los dimes y diretes del problema, el veto de Kaspersky es porque -se dice- sus productos podrían ser usados en operaciones de espionaje y así, de acuerdo a la Inteligencia estadounidense, se podría configurar el antivirus para que buscara documentos clasificados en lugar de malware. Todo esto es desde luego una especulación. Kaspersky ha negado hacer esto y no hay ninguna prueba de que algún producto de Kaspersky genere este comportamiento.

En su demanda, Kaspersky dice que el comportamiento del gobierno federal estadounidense contra ellos es anti-constitucional. Vamos a ver qué dictamina el juez en una Corte Federal de Washington