Con la llegada de los teléfonos inteligentes y con el uso frecuente que estos tienen, mucha gente piensa que es necesario hacerse de una cubierta para su dispositivo que, finalmente, es un «juguete» que puede ser costoso.

Debido a esa necesidad surgieron fabricantes de cubiertas protectoras para los teléfonos. Las hay muy simples aunque hay también algunas que imitan otros objetos. Por ejemplo, hay una funda que parece un Walkman del pasado, otra luce como un cassette de audio, o bien, aquellas alusivas a La Guerra de las Galaxias. Hay, digamos, para todo tipo de personas.

Pues bien, un usuario de iPhone se compró una funda que simula una pistola, un arma de fuego, y el personaje en cuestión fue al aeropuerto de Essex, en el Reino Unido, portando su teléfono en la bolsa trasera de su pantalón. Algún oficial debe haber notado de inmediato el asunto y el sujeto fue detenido en el aeropuerto de Stansted.

Por suerte para el propietario del teléfono no se encontraba en los Estados Unidos, donde en muchos casos la política parece ser «primero disparen y después pregunten». El sospechoso de llevar un arma fue detenido y se le presentaron cargos por llevar una imitación de un arma de fuego en un lugar público. Podrían también haberle fincado cargos por estúpido, pero parece que no hay ninguna ley al respecto.

Es claro que aquí hay varios elementos que se conjuntaron. Primero, una persona que ve graciosa la forma de la funda para su teléfono y se la compra. Segundo, el fabricante de dicha funda, que jamás debe haber pensado en el escenario que se presentó en dicho aeropuerto.

En esta era de paranoia en muchos grados, de atentados terroristas contra gente que ni la debe ni la teme, no es políticamente correcto y ni siquiera pasa como broma, el tener una funda para el teléfono que se parezca a un arma. Eso raya en la idiotez.

Referencias: TechEye