Dice Dumas: “Diseñé estas habitaciones excéntricas con la meta de ofrecer una experiencia inusual bajo las estrellas, manteniendo el comfort de una recámara moderna”. Y agrega: “Los habitáculos Bubble son un lugar catalizador, un lugar aparte en donde se puede descansar, respirar y relajarse“.
Adicionalmente, el diseño único y la geometría de las burbuja crea un efecto acústico silencioso: “Los sonidos que vienen del exterior se reducen y los sonidos del interior hacen eco en las paredes de la esfera. Este eco hace que la gente hable casi susurrando dando un sentimiento de tranquilidad que sugiere incluso tener una siesta“.
Las CriystalBubble y el BubbleRoom pueden acomodar una cama tamaño king, y tiene espacio para el equipaje personal (con llave). Las burbujas miden 4 metros en diámetro y están hechas de plástico reforzado, antifuego y con una protección ultravioleta. Cada burbuja viene con un piso de madera (seprable en 9 o 10 partes), la pequeña turbina portátil, una cubierta protectora y una bolsa para transportarla (¿de qué tamaño será esa bolsa?, me pregunto).
Sin embargo hay un pero: no son baratas. Los precios empiezan en 7766 euros (unos 10,987 dólares). Si quiere saber más de esto, he aquí la página del inventor.
Fuente: GizMag