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¿Existe la partícula de Dios?

Los científicos que buscan la partícula subatómica de Higgs, mal llamada ‘partícula de Dios’, darán a conocer sus resultados la semana que viene, con lo...

Los científicos que buscan la partícula subatómica de Higgs, mal llamada ‘partícula de Dios’, darán a conocer sus resultados la semana que viene, con lo que podría confirmar, confundir o complicar nuestro entendimiento de la naturaleza fundamental de nuestro universo. El científico británico Peter Higgs habló durante una conferencia de prensa en su vista al CERN. “Muy pocas veces algo tan pequeño y efímero genera tanto interés”, dice. La partícula que al menos está predicha en la teoría, explicaría cómo los soles y los planetas se formaron después de la gran explosión, del Big Bang. Sin embargo aún no ha sido hallada.

El 4 de julio en el centro de investigación en Suiza, el CERN, donde está el gran colisionador, develará sus últimos hallazgos en la búsqueda del bosón de Higgs, después de haber reportado datos que sugieren su existencia, en diciembre pasado. Muchos científicos y físicos alrededor del mundo esperan que el CERN finalmente anuncie la existencia de Higgs. “Es prematuro decir algo definitivo”, dice el vocero del centro nuclear, James Gillies, añadiendo que dos equipos están aún analizando los datos e incluso internamente en el CERN no se sabe la respuesta hasta que los resultados de ambos equipos se presenten y se cotejen conjuntamente. Pero el hecho de que habrá una nueva conferencia hace suponer que se dará el anuncio oficial sobre la existencia de la partícula de Higgs.

Para Jordan Nash, un profesor del London Imperial College y miembro del equipo que busca a Higgs, la especulación alrededor de este experimento está plenamente justificada: “Estamos tratando de entender la tela de la que está hecha el universo por sí mismo. Es una pieza fundamental del misterio de cómo el universo tiene esta estructura”, indicó el científico a Reuters.  “Estamos aguantando la respiración”, dice Pauline Gagnon, una física canadiense de uno de los equipos, en su blog. La acción toma lugar en el gran colisionador de hadrones, el acelerados más grande y poderoso de partículas del planeta, el cual se encuentra en la frontera entre Suiza y Francia.

Muchos de los experimentos lanzan dos rayos de energía en direcciones opuestas hasta que hacen colisión entre ellos, creando muchos millones de colisiones de partículas cada segundo en una recreación de las condiciones un segundo después del Big Bang. La enorme cantidad de datos se analiza y examina por un conjunto de computadoras, pero es un  proceso complejo. Con miles de millones de colisiones, muy pocas son las adecuadas para revelar a la partícula de Higgs. “Es como hacer chocar dos sandías y tratar de obtener una colisión perfecta de dos semillas dentro de ellas”, dice Nash y agrega “buscamos algo tan raro… Hemos hecho un pajar gigantesco y ahora buscamos la aguja”.

La partícula de Higgs es crucial en el llamado Modelo Estándar, el cual es la mejor explicación que los físicos tienen por el momento de cómo trabaja el universo en su nivel más fundamental.  Pero la partícula es sólo teoría por el momento. propuesta por el físico Higgs en 1964, como una manera de que la materia obtuviese masa después de que el universo fuese creado hace unos 13.7 mil millones de años. Sin ella, de acuerdo a la teoría, el universo podría haberse mantenido como una sopa gigantesca de partículas. No habría habido estrellas, planetas y desde luego, vida.

Aún si la existencia de Higgs se confirma, esto sólo será una pequeña parte del universo explicado por el Modelo Estándar. No nos dirá nada sobre la llamada materia oscura o la energía oscura, que ahora los científicos creen que está en el 96% del cosmos. Sin embargo, si Higgs existe, sería un paso a la teoría del todo que podrías equiparar la materia oscura y la energía, así como la fuerza de gravedad, la cual el Modelo Estándar simplemente no puede explicar.

Así entonces, el 4 de julio quizás tengamos ya confirmación de la existencia de la partícula de Dios. Si es así, probablemente abra nuevos caminos para entender el universo en el que vivimos.

Referencias: Science Daily y Reuters

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