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Cuando viajé al otro lado del espejo

El autor de este artículo se metió al otro lado del espejo, como hizo la Alicia de Lewis Carroll, y sustrajo un reloj con el que regresó al mundo real. La sorpresa que se llevó fue enorme.

Uno de mis libros favoritos es Alicia a través del espejo, (también titulado “A través del espejo y lo que Alicia encontró allí”). Se trata de una novela infantil, escrita por Lewis Carroll en 1871. Es la continuación de Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas (aunque no hace referencias a lo que ocurre en ese libro).

Muchas cosas de las que acontecen en el libro parecen, metafóricamente, reflejadas en un espejo e incluso frecuentemente se traducen en hechos curiosos: Alicia encontró que comer galletas saladas le quitan la sed, que mientras más corre, menos se mueve (parecido a lo que pasa con el salario, parece que ganas más pero cada vez compras menos), que el cinturón de Humpty Dumpty no lo es, etcétera. Así, prácticamente todas las cosas son diferentes en esencia a las que se ven en este lado del espejo. De hecho, alguien ya ha demostrado que la leche del otro lado del espejo sería amarga, porque ciertas moléculas parece ser que entienden una dirección privilegiada.

Hay que decir que esta obra de Carroll ha sido motivación para muchos científicos y las citas de la obra en artículos técnicos es muy común de encontrar. También más de un científico, particularmente los químicos, se han preguntado ¿cómo es el mundo en el otro lado del espejo? Y curiosamente han hallado que la leche normal sabría agria del otro lado del espejo, un problema de quiralidad, o simetría de las moléculas.

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Pero más allá de todo esto, cuando decidí pasar al otro lado del espejo, como Alicia hizo, decidí que no iba a correr todas las aventuras que Alicia narra, sino que en un momento determinado, hallé un bonito reloj en la pared y decidí traérmelo al mundo real. Pero vaya sorpresa la que me llevé cuando lo observé con detenimiento: encontré que el reloj camina precisamente al revés, las manecillas van al otro lado y la carátula de los números también está al revés. Sin embargo, a pesar de todo esto, el reloj mide el tiempo que todos conocemos, porque la flecha del tiempo sólo tiene una dirección privilegiada.

Grabé un pequeño video del reloj que hallé del otro lado del espejo.

Hacer un reloj así tiene su gracia. Quien le interese, puedo darle las ideas básicas. Escríbanme a [email protected] y tendrán la información necesaria.

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