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La fascinante física de los rayos

La Naturaleza es sin duda extraordinaria. Sus procesos son admirables y en muchas ocasiones causan temor. Uno de ellos es la caída de rayos en...

rayoLa Naturaleza es sin duda extraordinaria. Sus procesos son admirables y en muchas ocasiones causan temor. Uno de ellos es la caída de rayos en una noche tormentosa. La imaginación del hombre los asoció a las armas de Zeus, los cuales usaba contra sus enemigos. Los Celtas, en cambio, pensaban que el cielo se les caería literalmente en la cabeza. Pero estas ideas se basan -en principio al menos- en la ignorancia, en que no sabemos qué son los rayos y le asignamos propiedades extraordinarias.

Un rayo es simplemente una descarga de electricidad estática, acumulada en una nube sobre el suelo, que se produce en forma por demás violenta liberando al mismo tiempo calor y luz. Según se supone, la carga estática se acumula en la nube a través del continuo roce de cristales de hielo, pues en las tormentas eléctricas, las nubes contienen cristales de hielo flotando, en suspensión, como se dice apropiadamente. El efecto de la estática producida por rozamiento parece ser equivalente a la que observamos al frotar el peine contra el cabello o un suéter de lana cuando éste es frotado.

Así pues, al acumular una cantidad suficiente de carga estática, ésta busca descargarse y lo hace de manera violenta a través de lo que observamos como un relámpago. Debido a que la descarga se produce en el aire, ésta se produce a brincos y no es continua. De hecho, los investigadores han hallado que hay una especie de rayo guía, el cual primero crea la trayectoria de menor resistencia para la descarga y entonces se produce el rayo. Los rayos se escuchan, a todo esto, porque al caer el rayo se genera una expansión -también violenta- de aire que provoca una onda de sonido. Esto es lo que llamamos el trueno.

Siempre se ve primero el rayo y acto seguido, en muchas ocasiones se escucha el trueno. Si observamos un rayo y entonces medimos el tiempo que tarda en aparecer el trueno, podemos saber más ao menos a qué distancia de nosotros ocurrió el fenómeno. El sonido se transmite a una velocidad de 340 m por segundo. Si el rayo que cae tiene un trueno que ocurre 3 segundos después, probablemente estemos hablando que el rayo cayó a aproximadamente un kilómetro de nuestra posición.

Actualmente, gracias a la tecnología de las nuevas cámaras, se puede apreciar el fenómeno con grabaciones en video de super-alta velocidad, las que permiten finalmente observar en cámara lenta un fenómeno que ocurre muy brevemente. Ahora se sabe de esta especie de onda guía, la cual aparece antes de que surja el rayo en cuestión, como puede verse en el siguiente video, el cual se reproduce 200 veces más lentamente que en tiempo en el que ocurre realmente:

El tema, aunque parece que ya la física podría tener todas las explicaciones, da para más, como en el caso del arcoiris, del cual ya nos ocuparemos próximamente.

Referencias:

SnowAddiction

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