Activa las notificaciones para estar al tanto de lo más nuevo en tecnología.

El ultrasonido como anticonceptivo masculino

Investigadores de la Universidad de Carolina del Norte estudian al ultrasonido como método anticonceptivo, deteniendo la producción de esperma en los testículos, lo que reduce el conteo...

Investigadores de la Universidad de Carolina del Norte estudian al ultrasonido como método anticonceptivo, deteniendo la producción de esperma en los testículos, lo que reduce el conteo de espermatozoides en general a un nivel que haría a los hombres infértiles.

En el estudio los científicos pusieron los testículos de los animales en una taza llena de solución salina para proporcionar una mejor conducción entre el transductor y la piel. Luego midieron los recuentos de esperma para ver cuánto cayó. Después de varias pruebas, los científicos dirigidos por el Dr. James Tsuruta, encontraron que al aplicar ultrasonidos de alta frecuencia (3MHz) alrededor de los testículos, se producía una disminución de las células reproductivas, los mejores resultados se produjeron tras utilizar dos sesiones de ultrasonido de 15 minutos, con dos días de intervalo.

Todo esto fue bastante prometedor, por lo que la fundación que financió el estudio en ratas encargó un segundo estudio en monos. El investigador principal, Catalina Vandevoort dijo: “A los monos no parecía importarles el tratamiento, pero nosotros no la estábamos pasando bien. Treinta minutos de tratamiento tres veces por semana dándole a un montón de monos masaje testicular. Nos pareció bastante tonto, pero nos sentimos aliviados cuando finalmente vimos un efecto.”

Esta metodología redujo el número de espermatozoides a cero, mientras que los hombres fértiles tienen, en condiciones normales, más de 39 millones por mililitro de semen. La Organización Mundial de la Salud define como baja concentración de espermatozoides la de menos de 15 millones de espermatozoides por mililitro de semen.

Científicos ya habían estudiado a la ecografía como anticonceptivo en la década de 1970, con pruebas que en ratas, monos, perros y hombres, sin embargo quedaron atascados, y algunos científicos de la salud reproductiva lo tomaron como tonterías antes de que Tsuruta y otros reanudaran el trabajo.

Otros estudios son aún necesarios para probar este nuevo método anticonceptivo. Pero para los investigadores que lo estudian, los primeros resultados son muy gratificantes.  Hay que asegurarse de que este es un método anticonceptivo es seguro, existen dudas acerca de la duración del tratamiento, y  si existirán efectos sexuales adversos o si la infertilidad puede ser revertida.

El estudio en fue publicado el dia de hoy en la revista Reproductive Biology and Endocrinology.

Comentarios