Dice la Wikipedia: “El telescopio espacial Hubble (Hubble Space Telescope – HST), es un telescopio que orbita en el exterior de la atmósfera, en órbita circular alrededor de la Tierra a 593 km sobre el nivel del mar, con un período orbital entre 96 y 97 min”. Se lanzó el 24 de abril de 1990 en la misión STS-31 como un proyecto conjunto de la NASA y de la Agencia Espacial Europea.
La idea de tener un telescopio en el espacio es por una parte, eliminar la distorsión causada por la atmósfera de la Tierra pero además, evitar la contaminación lumínica de las grandes ciudades. Esta es precisamente la razón por la cual los telescopios terrestres se encuentran lejos de lugares en donde hay grandes poblaciones.
Ahora el Hubble ha hallado en los límites del sistema solar una pequeña luna oscura que orbita a Makemake, el segundo planeta enano congelado más brillante, después de Plutón, en el cinturón de Kuiper. La luna ha sido bautizada temporalmente como S/2015 (136472) 1 y apodada como MK 2. Es más de 1300 veces más débil que el Makemake. MK 2 fue visto a unas 13 mil millas del planeta enano y se estima su diámetro en 100 millas. Makemake tiene de hecho unas 870 millas de ancho. Este planeta enano fue descubierto en el 2005 y se le bautizó considerando a la deidad de la creación del Rapa Nui, de la Isla de Pascua.
Makemake es el tercer objeto más grande registrado considerando Neptuno, el cual tiene dos tercios del tamaño de Plutón. Para poder calcular la masa de este planeta enano, el descubrimiento de esta luna puede ayudar debido a la gravitación que el planeta ejerce sobre la pequeña luna. Igualmente se podrá tener una mejor idea de su densidad y composición. Cabe decir que gracias al Hubble no solamente se llegan a descubrir estos objetos, sino además, se pueden descubrir lunas nunca antes vistas, como cuatro de las cinco lunas que orbitan Plutón.
La observación se hizo en abril del 2015, hace aproximadamente un año, usando la Cámara Wide Field 3. Hubble tiene la capacidad única de ver objetos muy débiles cerca de los que son más brillantes, lo que permitió a los astrónomos hallar la luna del Makemake a pesar del brillo de dicho planeta enano.
Desde luego, teniendo estos objetos planetarios tan lejos, hay que usar un sinfín de mecanismos indirectos para calcular tamaño, composición e incluso en ocasiones, el tipo de atmósfera que dichos planetas y lunas pueden tener. Es una labor en mucha medida especulativa, pero a través de otros descubrimientos similares, se van puliendo las deficiencias. Es claro que el sistema solar es aún un lugar donde hay mucho que se puede investigar y las agencias espaciales lo saben. Este ejemplo de la luna MK 2, muestra que la investigación en nuestro propio sistema sigue.
Referencias: