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Tú transmites

Por ahí de mediados de 2005, en el ahora extinto programa de radio Dommo, comenté un sitio que permitía subir videos. El nombre era más...

ustream.jpgPor ahí de mediados de 2005, en el ahora extinto programa de radio Dommo, comenté un sitio que permitía subir videos. El nombre era más o menos complicado y la aplicación se veía interesante, pero nada más. Nada del otro mundo y, sobre todo, pensé que sería un sito más de los millones que hay. Claro que estaba bien hecho y tenía algunas interesantes opciones para disfrutar de pequeños videos. Una de sus principales características es que cualquier persona podía “subir” un video, asunto, en esas fechas, complicado de entender y, sobre todo, hacer.

El tiempo y los millones de dólares han pasado. Como es sabido, ese sitio que no muchos entendían pero que todos usaban fue comprado por Google por la ridícula cantidad de mil 600 millones de dólares en acciones. Digo ridícula porque es mucho dinero por un sitio que aparentemente no hacía nada especial. Pero el tiempo le dio la razón al comprador y ahora se encuentra entre las propiedades más cotizadas dentro de la red. Y claro, no ha sido fácil la integración entre el equipo de Google y el de YouTube, de hecho, se pueden ver todavía como dos empresas separadas, pero al fin de cuentas es el mismo dueño.

¿Por qué el éxito de YouTube? No se puede mencionar un factor determinante para su meteórico asenso. Sin embargo, algunos puntos que llaman la atención son el hecho de que hicieron “sencillo” el proceso de colocar un video en línea, además de que la gente comenzó a subir desde algunas burradas hasta verdaderas joyitas del pasado que ahora sólo se encuentran ahí. Mucha gente pasa horas y horas frente a la PC sólo viendo videos en YouTube. Una pérdida de tiempo dirían algunos, un esparcimiento sin costo, dirían otros. El asunto es que prosperó y funcionó. Ahora los pendientes son varios: cómo generar dinero, cómo mantenerse en los primeros lugares y, sobre todo, como luchar contra los dueños de los derechos de autor que, de repente, salieron de la nada… es decir, mientras la empresa era de los fundadores, nadie le hacía caso. Una vez que la compró Google, se generó una impresionante lista de demandantes, todos pidiendo su dinero.

Mientras todo eso pasa, YouTube muestra videos previamente grabados. Es decir, uno puede subir casi lo que se le ocurra y otros lo podrán ver, pero no es “en vivo” el asunto. Hace unos días, chateando con Ricardo Zamora, con quien hacía Dommo, me pasó una liga que de inmediato me interesó… ¿de qué se trata?

Bueno, pues el sistema, para dejarlo sencillo, permite hacer una transmisión de video en vivo a través del Web. El interesado se registra, conecta su cámara Web, pone un buen micrófono y el sitio le brinda una página donde cualquier persona puede ver su “show”. Así de sencillo se puede comenzar a transmitir video en vivo por la red. Claro, que si se quieren complicar las cosas, existe una buena cantidad de opciones para modificar lo que se ve en pantalla, darle forma al mini-sitio y otras opciones, pero para hacer un programa en vivo, en 5 minutos se tiene todo funcionando.

¿Es esto el siguiente YouTube? No, pero tiene un gran potencial. ¿Por qué? En el sitio de videos (y muchos otros que han aparecido después) siempre es posible subir material, pero no volverse en un mini canal de televisión. Ahora bien, ¿todos los usuarios podrán hacer su propio programa de “webvisión”? Sí, todos podrán, pero pocos quedarán al final del día. Es un poco el asunto como los blogs o bitácoras, todos pueden hacer una, pero mantenerla y tenerla al día es otro boleto.

Por lo pronto, en el sitio, que, por cierto, se llama Ustream (“tú transmites”, podría ser una simple traducción) se pueden ver muchos programas en vivo y como todo, algunos tienen cientos de personas viéndolos y otros apenas dos o tres. ¿Tiene mucho sentido hacer un programa ahí? Es igual que un blog o bitácora, o que un podcast, si el interesado tiene algo que decir, más o menos sabe cómo hacerlo y tiene forma de invitar a un grupo de personas, por supuesto que vale la pena. Si lo hace nada más porque no tiene ocupada la tarde de ese día, entonces estará destinado al fracaso.

Ahora bien, ¿dónde entra la censura, lo que se puede o no decir? Exactamente igual que en cualquier propiedad de Internet, mientras no se trate de material con derechos de autor, cualquiera puede decir o hacer básicamente lo que le plazca. Es una de las grandes ventajas -y amenazas- de la red. Primero en forma escrita con las bitácoras, luego en forma hablada con los podcasts y ahora en video con sitios como uStream.

Si tiene tiempo, entre al sitio, dese una vuelta y vea algunos de los shows. No espere, en general, grandes producciones como en la televisión, muchas veces es una simple cámara web, con un “estudio” (el escritorio de trabajo) mal iluminado, pero aquí aplica la máxima universal de que lo importante es el fondo, no la forma. Esto último es lo que Internet y sitios como el mencionado ofrecen sin costo. El fondo, sigue siendo, afortunadamente, lo que se aprecia y lo que hace permanecer un sitio, blog, podcast y ahora, programa de televisión en la red.

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