El mundo actual no puede ser entendido sin considerar la tecnología. Aunque esto parece obvio, lo cierto es que la manera en la que los avances llegan a cambiar las reglas del juego en diversos ámbitos sociales y culturales no deja de sorprendernos. Hoy es la FIFA quien da cátedra al respecto.

No es la primera vez que el organismo mundial de futbol apuesta por la tecnología para mejorar la experiencia y gestión de un enfrentamiento en la cancha.

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Hace unos años, para ser precisos en 2018, la implementación del (ahora polémico) VAR fue quizás una de las muestras más tangibles de esta asociación entre el mundo tecnológico y uno de los deportes que más ingresos mueve en el mundo.

Ahora, de cara a un nuevo mundial que se disputará en Qatar a finales de este año, la FIFA confirmó que durante esta justa deportiva implementará una nueva tecnología que promete mejorar la precisión y rapidez en el proceso de marcar un fuera de juego.

Esta tecnología que ahora se conoce como «fuera de juego semiautomático» tiene como objetivo permitir a los árbitros tomar decisiones más fiables y rápidas sobre esta violación de las regalas del juego, que además, busca entregar información en tiempo real a los aficionados.

En términos generales, hablamos de un sistema propuesto por la FIFA que se basará en una docena de cámaras, un sensor de posición, inteligencia artificial y tecnología de animación 3D.

La nueva tecnología de FIFA

Desde la FIFA han dado algunos detalles técnicos sobre dicha tecnología, en donde explicapr principio el sistema de cámaras:

“Doce cámaras instaladas bajo la cubierta del estadio captan los movimientos del balón y hasta 29 puntos de datos de cada jugador, 50 veces por segundo, para calcular sus posiciones exactas sobre el terreno de juego. Los 29 grupos de datos recopilados incluyen las extremidades y partes del cuerpo que se tienen en cuenta para señalar un fuera de juego».

A esta información se sumarán los datos registrados por el balón oficial de Qatar 2022, el cual incluye en el interior un sensor de medición inercial (IMU) con la capacidad de enviar un paquete de datos a 500 veces por segundo para detectar con total precisión el momento exacto en el que se golpea la bola.

Todos sabremos qué pasa

La combinación de ambos conjuntos de datos (balón y cancha) son tratados por inteligencia artificial gracias a la nueva tecnología, la cual enviará una notificación automática a los grupos arbitrales para alertar sobre un posible fuera de juego.

«Con la mezcla de datos de seguimiento de las extremidades de los jugadores y de la pelota, y mediante la inteligencia artificial, la nueva tecnología suministra un aviso automático a la sala de vídeo siempre que reciba un balón un atacante que se encontraba en posición antirreglamentaria en el momento en que su compañero jugó el esférico. Para corroborar su propuesta antes de informar sobre ella al árbitro principal, el equipo arbitral de vídeo comprueba manualmente el momento exacto del golpeo que han proporcionado los datos, así como la línea de fuera de juego también creada automáticamente y basada en las posiciones de las extremidades del jugador que el sistema ha calculado. Como dura muy pocos segundos, el proceso permite adoptar decisiones más rápidas y certeras».

Este proceso promete realizarse en apenas 25 segundos, según la FIFA, para después de que el equipo VAR y el árbitro central han confirmado una decisión, transformarse en una animación en tres dimensiones que detalla la posición del cuerpo del jugador al momento de golpear el balón.

La FIFA se ha comprometido a retransmitir esta animación 3D en las pantallas del estadio así como a distribuirla entre los socios de emisión para entregar información más precisa a los aficiandos.

Lejos estamos de tener «árbitros robots»; sin embargo, queda claro que la tecnología comienza a apoderarse del control de cientos de actividades fuera y dentro de la cancha. Tanto ánimo como dudas.