La industria del cine fue una de las más golpeadas por la pandemia. Una vez que las autoridades del mundo decretaron el distanciamiento social, las producciones cinematográficas entraron en estado de suspensión, mientras el cierre de salas impactaba sin clemencia a las cadenas exhibidoras.

Este impacto llevó a la crisis y el daño fue de tal magnitud que, de las dos cadenas más populares de México, hubo una que incluso estuvo a punto de desaparecer.

Pero México es un país que consume cine a pesar de las adversidades y eso hace viable que otros jugadores emerjan y presenten al público nuevas propuestas que amplíen el abanico de opciones y que se distingan del resto a partir de enfoques únicos.

Esa es la visión de los responsables de Cinedot, una nueva cadena de cines que llega al país bajo la motivación de rescatar ubicaciones que cerraron sus puertas y con la idea de ofrecer una alternativa de mayor perfil tecnológico en la que, además, el usuario tenga mayor capacidad de decisión.

El primer complejo de Cinedot abrió en Coacalco, Estado de México. (Foto: Cinedot)

Ramón Estévez, director general de Cinedot, dice que México es el cuarto lugar mundial de la industria de exhibición y que, en términos globales, el cine está en una franca recuperación.

“La gente sí está dispuesta a salir, a disfrutar e ir al cine, desde luego con las medidas y protocolos que deben seguirse en los complejos. La pandemia en el corto, mediano y largo plazo no es una afectación que se mantendrá permanentemente en la industria y por eso aceptamos el riesgo de proponer esta opción, dice Estévez.

El modelo es distinto. Si bien es cotidiano que los boletos del cine se adquieran a través de aplicaciones o de navegador web, Cinedot lleva el elemento tecnológico un paso más allá e incluye las compras en dulcería desde la comodidad del celular, con el objeto de llegar al ideal de inmediatez y eliminación de filas.

Es una perspectiva que incluso se refleja en la experiencia presencial, pues esta cadena elimina las taquillas y ofrece una barra de operación en la que los asistentes compran sus boletos y dulcería.

Si compras en Internet, llegas, escaneas el código QR que recibiste y en ese momento inicia la preparación de tus alimentos; solo los recoges y te vas a la sala escaneando el QR en los accesos para que entres y disfrutes la película. Y si vas directamente al cine, en la barra de operación compras tus boletos y dulcería, a un lado te van a preparar tus alimentos y te avisan para que los recojas y te vayas a la sala”, explica Estévez.

Inmediatez, tecnología y eliminación de filas, la apuesta de Cinedot. (Foto: Cinedot)

Uno de los planes es que este contacto tecnológico también involucre a las redes sociales de los usuarios y se verá reflejado en lo que Estévez denomina “selfie dots”, puntos dentro del cine en los que los asistentes podrán tomarse selfies que después serán seleccionadas por el equipo de Cinedot para colocarlas en pantalla antes de la película.

El propósito es que las generaciones más jóvenes vean a Cinedot como su cine y como una propuesta en sintonía con el entorno en que se mueven, una situación que también se refleja en los costos de las entradas, que son de 49 pesos por adulto y 45 pesos por niño, así como en la eliminación de combos armados para que cada quien lo arme como quiera y con descuento.

Hasta el momento el único complejo que Cinedot ha abierto es el de Coacalco, Estado de México, y el próximo será en Los Reyes La Paz, en esa misma entidad. El plan de expansión de la empresa es a dos años e incluye regiones como la Ciudad de México.