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Año nuevo digital

Si usted es como yo y más o menos usamos la computadora para lo mismo, seguro tiene cientos, si no es que miles de archivos...

Si usted es como yo y más o menos usamos la computadora para lo mismo, seguro tiene cientos, si no es que miles de archivos guardados en su disco duro. ¿De dónde salieron? ¿De qué se trata? ¿Qué hago con ellos? Son muchas preguntas pero sólo hay una respuesta contundente: en el futuro, ¡se multiplicarán!

No hay que buscarle el “de dónde” o “por qué” los tengo, más bien, hay que pensar qué hacer con ellos y cómo lidiar con tanto bit y byte. Cada que se acerca un año nuevo me encuentro en el mismo dilema, ¿qué hacer con tanto archivo?, y, sobre todo, cómo guardarlos de forma que puedan seguir funcionando en el futuro, sin importar lo que pase… por ejemplo, tenía unas notas guardadas en una “Palm Treo” de hace unos 5 años y ahora me es prácticamente imposible leerlas de nuevo… es decir, “ya valieron”.

Para esto, creo que es importante dividir la información o archivos por tipo de contenido, a saber:

Documentos.- las cuestiones de trabajo, escuela o cualquier otra situación donde nosotros somos los creadores de los mismos. De estos normalmente no son tantos en cantidad ni en espacio en disco, pero sí los más importantes.

Fotos y videos: Estos son los que vamos generando y guardando poco a poco. De repente pueden ser miles y miles ya que las cámaras digitales permiten explayarnos sin temor a que se nos “termine el rollo”.

Música y películas: sin importar el origen, los archivos de música (las canciones) también suelen contarse por miles y las películas por cientos. De un gran tamaño, me atrevo a asegurar que son los que más espacio consumen, sin duda.

Correo, contactos, agenda: cada vez más importante, los archivos del correo son la herramienta de trabajo diario de muchas personas. En mi caso, el sistema de carpetas que tengo organizado en mi cliente de correo funciona como mi archivo de proyectos y pendientes, del que dependo en gran medida para trabajar día con día.

Claro que deben existir otros archivos que tenemos almacenados en la computadora, pero creo que estos forman el grueso de “gigas”. Ahora, ¿qué hacer con ellos? Este fin de año seguramente optaré por diferentes opciones que me darán “tranquilidad” y podré organizar mejor –es un decir- el caos digital.

  1. Servicio de respaldo en la nube: con costo, de calidad. Seguro usaré Carbonite.com, que por unos 55 dólares al año permite respaldar (copiar) sin límites en sus servidores. ¿Es seguro? Seguro. ¿Es rápido? Depende cien por ciento de tu velocidad “de subida” a Internet. ¿Es confiable? No lo sé, pero creo que los servicios que cobran tienen mayor confiabilidad que los gratuitos.
  2. Sincronización: para eso uso y seguiré usando DropBox, que me permite tener en una “mini nube” los archivos que más uso y los puedo acceder desde cualquier PC o teléfono inteligente. Sencillo de usar, crea un folder “Dropbox” y cualquier archivo que grabes ahí, está disponible en las demás computadoras.
  3. Respaldo “anual” en disco duro. Compraré un nuevo disco duro de unos 300GB de capacidad (más o menos cuestan como unos 1,500 pesos) y copiaré ahí toda mi música, fotos, archivos… cuanto archivo tenga y lo guardaré lejos de mi PC. En casa de alguien más, en una caja de seguridad en el banco, etc.
  4. Quemaré unos cuantos DVD con los más importantes archivos que no quiero cambiar pero si guardar. Fotos, por ejemplo (no música, no películas), algunos documentos, etc. Esos DVD los guardaré en un lugar diferente al disco duro del respaldo anual.

Para el correo, que puede ser un dolor de cabeza, haré un archivo de los enviados y revisaré carpeta por carpeta mis proyectos y demás para poder limpiar y mantener el menor número posible. De esa forma, arrancaré el 2011 más ligero. Los sistemas como Gmail que dicen “guarda todo el correo aquí, te damos 7GB” no me convencen. Prefiero yo tener mis copias y hacerme cargo de mis mensajes.

¿Mucho trabajo? Sí. Pero es la vida digital que nos está tocando vivir. Archivar antes era una tarea física que requería tiempo, esfuerzo y espacio. Ahora se requiere más que nada de una buena estrategia. Los tiempos cambian y la vida digital que nos está tocando vivir necesitará que nos volvamos “expertos” en estas materias, que, por cierto, nadie nos enseña. ¿Ya listo para recibir digitalmente el 2011?

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