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La verdadera historia de la Commodore 128

La Commodore C-64 vendió unas 27 millones de unidades por los años ochenta.  Poco queda de esos tiempos en donde los 8 bits mandaban y...

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La Commodore C-64 vendió unas 27 millones de unidades por los años ochenta.  Poco queda de esos tiempos en donde los 8 bits mandaban y un ingeniero autodidacta, con una gran determinación, se sentó a diseñar una computadora desde cero, usando papel y lápiz, además de una serie de libros y mucho papel.

Bill Herd fue autodidacta, quien estaba fascinado por la electrónica y que además diseñó la Commodore C-128, la última computadora de 8 bits que llegara al mercado. El equipo con el que trabajó  aceprtó un reto enorme: crear una nueva computadora en menos de cinco meses, para que estuviese lista para el CES (Consumer Electronics Show) de 1985 en Las Vegas.

Dice Herd que Commodore (del cual él formaba parte), podía hacer lo que pocas compañías: crear sus propios circuitos integrados en donde además, tenía la fábrica del 6502 y del circuito de video usado en la computadora VIC 20. Esto podría resultar en una computadora nueva poderosa pero a un costo: los circuitos hechos específicamente para esta tarea no estarían listos hasta dentro de 3 a 5 meses.

Antes del show del CES, antes de la producción, antes de que los circuitos estuviesen hechos, no hubo más opción que hackear las cosas para poder llegar a la fecha límite. Y con hackear queremos decir crear tarjetas emuladoras de circuitos LS-TTL que pudiesen actuar como los chips VLSI que tenían en la Commodore.

La Commodore C-128 fue la última computadora de 8 bits que se construyó masivamente y la primera computadora con 40 y 80 columnas en su pantalla, dos procesadores, tres sistemas operativos, así como 128k de memoria. Para añadirle más a la diversión, un par de semanas después el departamento de marketing hizo un anuncio en donde garantizaba en un 100% la compatibilidad con la C64. No entendían los diseñadores de la C128 cómo es que marketing hubiese prometido eso y peor aún, cómo podrían cumplirlo.

En la medida que el proyecto avanzaba, los diseñadores se dieron cuenta de lo que sería finalmente el sistema de 8 bits que estaban creando. Antes de poner dos procesadores, tres sistemas operativos, monitor dual (con 40 y 80 columnas simultáneamente), siendo la primera máquina que rompería el límite de los 64k de memoria, jugaban bromas sobre el posible diseño final dándose cuenta que la era de los 8 bits estaba por finalizar.

La C128 requeriría dos chips especiales, uno llamado MMU (Memory Management Unit), otro denominado Master Programmable Logic Array (PLA) y el venerable chip VIC II de video, el cual necesitaba literalmente de redefinirse. También se le pidió al departamento de creación de chips que hiciesen una versión especial de 48 pines del 6502 y se decidió usar el chip de 80 columnas nuevo de Commodore, el cual casi hace que no pudiesen llegar a concluir el proyecto para el CES.

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La Commodore C128 tenía cinco chips especiales  faltando solamente tres meses para el CES, mientras tanto ya se habían escritos emuladores de chips para los que aún faltaban de producirse y así poder estar escribiendo el software de la máquina que aún no existía. Y es aquí donde empezó el hackeo en serio: se necesitaba escribir software (todo un nuevo kérnel para el ROM y un programa monitor, así como una nueva versión de BASIC que pretendía tener comandos estructurados). Necesitaban iniciar el proceso de hacer las tarjetas y comenzar la depuración del hardware, así como entender las implicaciones de tratar de usar 128k de DRAM, que eran un hito en las computadoras caseras. Al mismo tiempo tenían un sistema dual, con un 6502 y un Z80 y simultáneamente, 40 columnas para desplegar en las televisiones caseras y 80 columnas si se usaba un monitor.

En una combinación de hardware y emuladores, fueron construyendo la nueva máquina y aún los diseñadores no pensaban que la producción de millones de máquinas odría empezar en los próximos tres meses. Así, mientras los gerentes dormían en sus casas, los diseñadores resolvían los mil y un problemas en las madrugadas. Poco antes de que llegara el CES, los ingenieros encargados de esta nueva máquina comían en platos de aluminio, los cuales calentaban la comida con el calor de los discos duros que usaban.

Se armaron unidades para el CES apenas un día antes de que empezara la feria de electrónica. Commodore Business Machines (CBM) tenía una máquina (que realmente aún era un prototipo), la cual no falló y como dice Herd, “no presentó ninguna pantalla azule en el CES”. Sin embargo, terminado el evento trabajaron por muchos meses más para tener el producto final.

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La Commodore C128 se produjo en 1985 y venidó más de 5 millones de unidades, generando algo así como 1.5  millardos de dólares en utilidades. La unidad de discos que iba a venir incluida en el chasis de la C128 no se produjo hasta un par de años después. Antes salió una unidad independiente, lo cual fue el estándar por mucho tiempo.

Uno piensa que las empresas que fabrican hardware tienen todo calculado y pensado de antemano, y que hay un plan de negocios formidable atrás de la salida de cada nueva computadora o dispositivo. Vemos que la realidad es muy diferente, ¿o no?

Referencias:

HackADay https://hackaday.com/2013/12/09/guest-post-the-real-story-of-hacking-together-the-commodore-c128/

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