Más de 100 medicamentos han sido aprobados para tratar el cáncer, pero predecir cuáles van a ayudar a un paciente en particular es una ciencia inexacta. Ahora científicos del MIT han desarrollado un dispositivo implantable capaz de probar fármacos antitumorales directamente en el interior del cuerpo. Un avance que facilitaría la medicina de precisión.

El dispositivo del tamaño de un grano de arroz puede llevar a pequeñas dosis de hasta 30 fármacos diferentes y se implanta dentro del tumor simplemente con una aguja como las que se emplean en las biopsias. Los medicamentos que se liberan en regiones confinadas del tumor crean ‘microrreactores’ donde interactúan con el tumor. Al cabo de 24 horas, se extrae el dispositivo con una aguja y se analiza el tejido tumoral para determinar la susceptibilidad a cada medicamento, respectivamente, o a los medicamentos combinados.

«El enfoque es llevar el laboratorio a paciente; es seguro y se puede», dijo Oliver Jonas, responsable de la investigación.

En las pruebas el equipo probo el dispositivo en modelos de ratones con melanoma, cáncer de próstata y de mama. Al comparar el dispositivo con inyecciones sistémicas del mismo medicamento, la respuesta local ante el medicamento imitó la respuesta sistémica, ofreciendo así pronósticos fiables de la eficacia general de los medicamentos.

«Este dispositivo podría ayudarnos a identificar los mejores agentes de quimioterapia y las combinaciones para cada tumor antes de iniciar la administración sistémica de quimioterapia, en lugar de tomar decisiones sobre la base de estadísticas de población, un deseo permanente de la comunidad oncológica y un importante paso hacia nuestro objetivo de desarrollar la terapia del cáncer basada en la precisión», comento José Baselga, director médico del Centro de Cáncer Memorial Sloan Kettering.

Los investigadores están ahora trabajando en maneras de hacer que el dispositivo sea más fácil de leer mientras que todavía está dentro del paciente, lo que les permitiría obtener resultados más rápidamente. También están planeando poner en marcha un ensayo clínico en pacientes con cáncer de mama el año que viene.

«Se trata de un impresionante avance en el enfoque para el tratamiento complejo de cánceres», dice Henry Brem, profesor de neurocirugía y oncología en Johns Hopkins Escuela de Medicina que nunca estuvo involucrado en la investigación. «Este trabajo abre las puertas a la medicina realmente».

Referencia: MIT