¿Jugaste Pokémon en tu infancia? ¿Tus tardes se caracterizaban por jugar en Game Boy alguna de las entradas clásicas de la franquicia?

Entonces, de acuerdo con la ciencia, tienes activa una región en el cerebro que el resto de los mortales que nunca jugaron Pokémon no.

Como parte de un estudio que se publicó en Nature Human Behavior, 11 personas que en su infancia eran asiduos jugadores de Pokémon fueron sometidas a un escaneo de cerebro, y los resultados fueron comparados con los de otras 11 que son novatas en la franquicia.

La primera parte del estudio consistió en ponerles a los participantes diferentes Pokémon, para que pudieran diferenciarlos por nombre. Luego se les escaneó al cerebro mientras veían fotos de los primeros 150 Pokémon, así como imágenes genéricas de animales, carros, caras, palabras y pasillos. Aquí es donde comenzaron los datos interesantes.

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En los jugadores experimentados, una región específica del cerebro, llamada surco occipitotemporal, respondió más a las imágenes de Pokémon que a cualquier otra. En los jugadores novatos, la región -que se asocia al procesamiento de imágenes de animales- no hubo preferencia por los Pokémon.

De acuerdo con The Verge, los resultados respaldan una teoría llamada “sesgo de excentricidad”, que prevé que el tamaño de las imágenes que vemos y el ángulo desde el que las vemos -central o periférico-, predice qué área del cerebro responderá.

La región cerebral de este estudio se asocia las imágenes que se ven de frente.

Esta no es la primera que Jesse Gómez, coautora del estudio, utiliza Pokémon para estudiar el cerebro y ahora dice que le interesa hacerlo desde la perspectiva sonora, pues los juegos tienen sonidos muy específicos que seguramente activan regiones cerebrales en las personas que los jugaron en la infancia.