La NASA ha apagado dos de las sondas Van Allen, anticipándose a su posible reingreso a la Tierra en donde se quemarían por la fricción con la atmósfera, aunque esto podría ocurrir en unos 15 años.

El 19 de julio del 2019, a la 1:27 EDT, la misión decidió, desde el Laboratorio de Física Aplicada en la Universidad John Hopkins, en Laurel, Maryland, mandar la señal para que la sonda Van Allen B se apagara definitivamente después de que sus sistemas se quedaron sin combustible.

Las sondas A y B Van Allen se lanzaron el 23 de agosto del 2012 desde un cohete Atlas V, de la estación de la Fuerza Aérea en Cabo Cañaveral.

Su misión era estudiar la famosa radiación Van Allen, que envuelve a la Tierra en una especie de cinturón y que protege al planeta de la radiación cósmica.

Después de muchas extensiones al estudio, que duraron 7 años, en donde las sondas estuvieron trabajando sin dificultades, empezaron a tener dificultades con el combustible y se tuvieron que hacer correcciones al curso de las mismas, así como tratar de mantener los paneles solares en ángulo con el Sol.

Como resultado de esto, en febrero del 2019, los ingenieros de la NASA ordenaron a las sondas (no tripuladas), que fuesen a una órbita circular, lo que haría que eventualmente, en unos 15 años, terminarían por precipitarse a la Tierra, re-entrando en la atmósfera y quemándose finalmente, evitando así la chatarra espacial.

No obstante esto, la sonda B ya no tiene combustible y no puede mantener su altitud por lo que la agencia espacial ha decidido apagar la sonda para asi prevenir datos e información falsa que pudiese venir por error en los sistemas con prácticamente cero energía.

De acuerdo a la NASA, sin embargo, la sonda A sigue operando, pero se espera que termine su vida útil pata septiembre, cuando será entonces desactivada.

«Siete años es mucho tiempo», dice Sasha Ukhorskiy, científico del proyecto de las sondas Van Allen.

«Las personas llegaron a era misión como estudiantes de doctorado y ahora ya tienen una carrera estable. Hemos hecho crecer una nueva generación de científicos. Esto es un gran legado para las sondas Van Allen», concluye.

«Las personas llegaron a era misión como estudiantes de doctorado y ahora ya tienen una carrera estable. Hemos hecho crecer una nueva generación de científicos. Esto es un gran legado para las sondas Van Allen», concluye.