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Los robots que platican

Alan Turing, ya hace muchos años, planteó lo que se denomina ahora “la prueba de Turing“, la cual podría demostrar -según los conceptos del científico-...

Alan Turing, ya hace muchos años, planteó lo que se denomina ahora “la prueba de Turing“, la cual podría demostrar -según los conceptos del científico- si una máquina podría ser inteligente. La idea es simple: Un ser humano realiza una conversación vía una terminal de computadora con un ente, que no sabemos si es una computadora u otro ser humano. Si en la conversación no se puede distinguir que se habla con una computadora, entonces lo que hay del otro lado de la terminal es algo o alguien que exhibe inteligencia.

Los esfuerzos de la inteligencia artificial para hacer máquinas inteligentes, aunque no esté muy claro para nadie lo que es realmente la inteligencia, ha prosperado en todo género de programas. Los primeros, Parry y Eliza, fueron un fraude. Ambos programas entendían algunos términos y replicaban a estos. Sin embargo, no entendían realmente las conversaciones. Era el interlocutor humano quien interpretaba las cosas equivocadamente.

Luego vino Winograd, que a fines de los setentas creó un programa, llamado SHRLDU, el cual permitía a los usuarios manipular un mundo de pirámides, esferas y cajas. El programa seguía las instrucciones del usuario sobre qué figura poner al lado de cual, o encima de aquella, etc. SHRLDU fue el primer programa que entendía tanto sintaxis como semántica y probablemente fue el inicio de la búsqueda de máquinas que realmente exhiban inteligencia.

Hoy día hay algunos interesantes experimentos. Por ejemplo, los robots que pueden seguir conversaciones y la idea es precisamente pasar la prueba que Turing inventó. Hay una competencia oficial, el premio Loebner, el cual da 100,000 dólares al robot que pueda seguir una conversación y nos haga indistinguible saber que se trata precisamente de un programa y no de otro ser vivo.

En la Universidad de Cornell, en el laboratorio Creative Machines, pusieron a sus dos mejores robots chateadores a hablar entre ellos. El resultado parece interesante, aunque aún no parece calificar para pasar la prueba de Turing.

Éste es el video:

Fuente: i-programmer

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