Los Light Emission Diode (LED) son esos foquitos que hay en muchísimos dispositivos electrónicos, ya sean fijos o móviles. Muchos de ellos simplemente sirven para saber si está o no encendido el aparato que estamos usando. También son utilizados para desplegar gráficas, números, valores, etcétera. Es claro que estos son como foquitos, de diferentes colores, y lo hay de muchos tamaños. Muchos de los que son usados por aficionados a la electrónica tienen una longitud de 1 cms aproximadamente, quizás un poco menos. Otros, por ejemplo, los que se ven en los teléfonos celulares, son muy pequeñitos.

Los LEDs en los años setenta del siglo pasado costaban miles de dólares. Hoy cuestan centavos de dólar y el desarrollo en este sentido no parece detenerse. Por ejemplo, LG anunció el mes pasado la creación de una televisión, OLED TV, que es tan delgada como una revista. Y uno podría pensar que ya más chicos estos foquitos LEDs no se pueden hacer, pero de nuevo, nos hemos equivocado.

Un grupo de científicos de la Universidad de Washington han construido el LED más pequeño del mundo, para ser usado como una fuente de luz en electrónica. Tiene solamente tres átomos de grosor. Leyó usted bien, no tres milímetros, no tres nanómetros. No. Tres átomos. «Esto es 10 mil veces más pequeño que el grosor del cabello humano, y la luz que emite puede ser vista por equipo electrónico normal», dice Jason Ross, científico de la universidad mencionada y estudiante graduado que está ayudando en esta investigación. «Es un salto notable de miniaturización de la tecnología y como es un semiconductor, se puede hacer prácticamente todo lo que se hace con las tecnologías tridimensionales de silicio».

El nuevo LED no es solamente delgado, sino que además, es flexible y muy fuerte al mismo tiempo. Los LEDs son tan delgados que incluso no se consideran objetos tridimensionales. Están hechos de un semiconductor de tungsteno diselenido, en un proceso que se copió del método usado para sacar hojas de grafeno, que fue precisamente por lo cual se otorgó el Premio Nobel. Y si todo esto parece poco, las aplicaciones no solamente van a la producción de televisiones, sino que se busca usar esta tecnología para construir computadoras que usen luz en lugar de electricidad.

Referencias:

Phys.org