Gordon Murray, conocido entre otras cosas por su obra maestra, el McLaren F1, (considerado por muchos como el mejor auto de la historia), regresa para crear el Gordon Murray Automotive T.50.
La filosofía de diseño de Gordon Murray siempre fue la misma, proveniente de una escuela muy inglesa. Para esta leyenda, la ligereza de la unidad lo es todo, aunque el disfrute de conducción es la principal directiva aquí; todo en este auto fue diseñado para que el conductor pudiera disfrutar de un manejo completamente análogo, sin la gran cantidad de sistemas electrónicos que ahora son estándar en todos los súper autos.
El T.50 fue concebido como una obra de arte de ingeniería, más que el perseguir cifras tope o crear un diseño imponente que vendiera únicamente pósters.
«No tengo ningún interés en perseguir récords de velocidad o aceleración, nuestro enfoque esta completamente en entregar la experiencia de manejo más pura y satisfactoria de cualquier súper auto de la historia, pero estén tranquilos, será rápido”, explica Gordon Murray.
El T.50 retoma todos los puntos donde el F1 se quedó y revitaliza con nuevas tecnologías de fabricación todos los aspectos con las que Murray no quedó completamente satisfecho.
De acuerdo con la leyenda en diseño, este tipo de proyectos son imposibles dentro de una corporación con múltiples niveles de burocracia, por lo que esperó hasta el 2020 para presentar al mundo su propia firma de diseño y lanzar a producción su magnum opus, en el que pudiera tener el completo control acerca del desarrollo, diseño y la presentación.
Todo el diseño del auto está basado en crear la mejor experiencia de manejo, retomando elementos impensables en 2020. El aspecto más importante de todos es, por supuesto, la posición central de manejo, algo sólo antes visto en el McLaren F1, además de dotarlo con una caja de transmisión manual de 6 velocidades, algo impensable en nuestros tiempos de cajas semiautomáticas de doble embrague controladas electrónicamente.
El gozo del conductor no termina ahí, Murray trabajó directamente con la legendaria casa de motores inglesa Cosworth para crear un v12 naturalmente aspirado, que, por muy increíble que parezca, revoluciona hasta las 12 mil revoluciones por minuto.
Todavía no tenemos pruebas del sonido de esta unidad, pero pueden estar seguros de que tendrá una nota de escape que haría a cualquier amante de los autos vender su casa para conseguir uno de estos.
El pedigree de Gordon Murray como diseñador automotriz, está más que establecido como uno de los mejores de la historia, desde sus inicios en la Fórmula 1, hasta el legendario McLaren F1.
Una de las innovaciones más memorables de Gordon, fue el “fan car” bt46 del equipo Brabham en el año 1978, con implementación de un ventilador en la parte trasera del auto que ayudaba a sacar aire de la parte inferior del chasis y así ayudar a crear un área de baja presión que pegara el auto al suelo a grandes velocidades, así como acelerar la salida del calor generado por el motor.
Como es normal con este tipo de innovaciones tan radicales, el diseño fue prohibido por la Fórmula 1 casi inmediatamente.
El concepto de poner un ventilador en la parte trasera, por muy extraño que se vea, siempre permaneció en la mente de Gordon y él, pacientemente, esperó hasta el momento exacto para implementarlo en un auto de calle.
Las ventajas de este sistema son tan aplastantes que permiten al T.50 tener una cantidad de carga aerodinámica equivalente a otros súper autos del momento sin necesidad de alerones y otros elementos de flujo de aire de la carrocería.
Esto crea en el T.50 una silueta perfectamente limpia, sin entradas de aire visibles que rompan la línea y, lo más importante para Murray, un peso total de menos de 1000 kg; 980 para ser exactos.
Una impresionante iteración sobre el diseño del McLaren F1 y lo que seguramente pasará a la historia como un icono automotriz.
