El volante de un de Fórmula 1 es uno de los componentes más complejos y menos admirados que podemos encontrar dentro del coche, pues en una pieza de tan solo 2 kilos se pueden manipular funciones que cambian el comportamiento del coche. Suele tener un costo elevado, aproximadamente 50,000 dólares, pues no se elaboran en serie, están hechos a mano de fibra de carbono siguiendo un diseño hecho en conjunto por el piloto y la escudería.

Los coches de F1 corren con una dirección asistida, lo que reduce la fuerza que se transmite por medio del volante. Esto ha permitido a los diseñadores reducir el tamaño del volante, consiguiendo que sean de la mitad del diámetro del volante de un coche comercial.

A raíz de la introducción del sistema ERS los volantes de Fórmula 1 se han modificado y se han agregado más funciones que los pilotos deben ser capaces de manipular aun cuando vayan a 300 km/h.

Es un hecho que cada escudería diseña su volante ajustándose a los requerimientos de sus respectivos monoplazas y pilotos, los botones están en diferentes posiciones y los colores varían, pero las funciones en general son las mismas.

La pantalla actual, fue introducida en 2014 y diseñada por el Grupo McLaren. El PCU-8D, como se le denominó,  es una pantalla LCD de 4.3 pulgadas,  donde el piloto puede ver datos sobre: la velocidad, los cambios de marchas, las temperaturas, el ERS y las revoluciones de la unidad de potencia; también pueden recibir información enviada por los equipos que sea de vital importancia. Cada piloto puede configurar las funciones que tendrán en la pantalla principal. No todas las escuderías la utilizan, pero la tendencia general es irla incorporando a los volantes actuales.

De las cosas más notorias en el volate es una serie de luces que podemos ver en la parte superior, por lo general son un indicador para el cambio de marcha y el otro grupo de luces que se encuentra a los costados de la pantalla indican al piloto si hay las banderas amarillas, rojas o azules en pista.

En la parte posterior del volante se encuentran las palancas de cambios de marcha, los cuales desde hace algunos años son semiautomáticos por lo que no es necesario el uso de un clutch como en los coches manuales que conocemos. Al mover la palanca del  lado derecho del volante, los pilotos cambian a una marcha superior para alcanzar mayor velocidad y con la del lado izquierdo las disminuyen al llegar a puntos de frenada. La mayoría de los monoplazas cuentan con 8 velocidades. Los pilotos cambian la marcha entre 2,500 y 4,000 veces por Gran Premio, en promedio es 1 cambio cada 1.3 segundos.

Los coches de Fórmula 1 no tienen botón o palanca para reversa, se engrana presionando el botón de Neutral y empujando hacia abajo la palanca de cambios durante más de medio segundo.

Dentro de las funciones más comunes encontramos los botones de neutral, para transferir aceite del tanque auxiliar al principal, la activación del DRS, el limitador de velocidad del Pit Lane (80 km/hr), el subir las revoluciones para hacer adelantamientos o el radio para estar en contacto con el pitwall.

Por otro lado están los switch giratorios, con los que controlan funciones que pueden seleccionarse entre varias opciones. Algunos son específicos como el interruptor que regula el balance de los frenos, la mezcla de gasolina o el de llantas con el cual le indican al ECU el compuesto que porta el coche en ese momento. Otros son multifuncionales y dependiendo de la posición en la que se encuentre la perilla es el aspecto del coche que se puede manipular.

El sistema de ERS se controla desde el volante, ya sea con botones o perillas, los pilotos pueden decidir en qué momento activan la recuperación de la energía y en qué momento la liberan, usándola por lo general en los momentos de rebases o para acercarse a alguno otro monoplaza.

Según el reglamento de competición, el piloto tiene que ser capaz de salir del cockpit en cinco segundos removiendo únicamente el volante, por lo que es vital que se pueda desconectar con facilidad.

Como ves el volante de un F1 no solo sirve para dirigir el coche hacia dónde quieres ir, es la comunicación directa del piloto y los ingenieros con todos los que intervienen en el desempeño del coche.